miércoles, 13 de octubre de 2010


Paloma blanca.

La ilusión que se sueña
pero si se destroza,
tú corazón tiene que volver a palpitar
sin cicatrices a la nueva vida de tú caminar,
recorriendo sin tener en los ojos llantos;
solo en la mano sujetando
en forma de rosa un manto
y perfumándote de ese aroma
por el olor vivo que tiene la vida;
y volando como libre paloma
escrito hoy aquí mi idioma,
quizá más que profundo
para sacarte del asfixiante mundo;
son palabras que tienen color
para el florecer de tu corazón.
Pedías en silencio quizás una ayuda
y hoy aquí no te he dejado cruda
solo con buena ruta
entre tú camino con brillosa luna.

¡Oh, ojos entristecidos
que quedaron vencidos!,
¡oh mira mi mensaje!
lleno de enlace
como suaves masajes
las letras a tu aliento
a tus ojos se fecunda
de levantamiento
a la vida se abunda;
o resoba sin sufrimiento
del engaño que tuviste
de ahogante zozobra,
pero cambio tu semblante
sin dejar llanto de sobra,
sino risueña maravillosa
alegría de esta obra,
o misión a tu moza
para no caer lastimosa,
o huir a un mundo
enigmático u oscuro,
como podrido fruto
que te veía sin rumbo,
pero he aquí a un huerto
vivo y no muerto,
que te da el paso de vuestra vida
con ansias de ir en la vía.
 Sí, correcta sin que esté partida
por la fantasmagoría
que tuviste consumida.
¡Pero eso ya pasó!
ahora te doy el valor
de no ser mustia o cuita
y sentir bombeando tú corazón
de esta vida tu alma tranquila.

Te he ofrecido solo palabras
llenas de confianza
atiborradas de esperanza,
esto es mi idioma
de la vida, delicada paloma,
espero que sigas con esas alas
blancas volando con aroma,
sin ser esclavizada tu misma en esa mazmorra
que viviste desmirriada;
sola con tristeza abrumadora
entre ojos, cuerpo y alma,
bajo de la lozana
sumergida como extenuada;
sin respiración por lo que arrullabas
bajo de esa profunda lozana,
que ata el cuello y mata.

Me voy. Sé que vivirás
volando con tus blancas alas,
¿cómo hubiese querido ser tu gavilán?,
para ser explotado como volcán,
por una caricia tuya en mi rosar,
naciendo en la inmensidad
destellos de luces por vuestra venustidad;
¡qué tonto es!, quizás pero es mi palpitar,
cuídate, vuela y duerme plácida cariño,
debo marcharme ya, di todo mi latido,
imágenes que vi en ti vivido,
ojala no sea jamás por vuestros ojos
el olvido sino estaré afligido,
las nubes me ven y la luna me ilumina,
la noche me llena de su frío,
la geografía comparte su clima,
y aquí tu semblante a quien pido
inmenso e inacabable cariño,
ojala pudiera tenerlo
paloma blanca de espumado cabello claro por mi cuello;
que es suave como el terciopelo,
y que hay en tus ojos destellos
cuando yo de lejos veo,
como mira un claro cielo
de belleza abrumadora que me arrulló
siempre solo al contenerte de amor.
¡Me iba lo sé!, pero no me he ido,
porque diste la inspiración
de seguir a más por no saber si será
la última vez que te escribiré de amor;
o te irás enfadada de mis ojos por confesar
algo así a tan cúspide apego sin evasión,
de ida a vuestra hoja que es olor;
respirado de infinita ilusión
o quimera de baldío
que llega de desesperante dolor,
o quizá se pierda el escrito
cuando os lo dé en su corazón,
o lo extravíes en el mundo
y así sean solo palabras de horror.

Bueno ya vive feliz y vuela con salvación
por los aires paloma en la vida sin resquemor.

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