jueves, 14 de octubre de 2010

Así es el amor.


La sorpresa inesperada.

El amor nace en un soplo inesperado
en cualquiera donde queda siempre errado;
de no saber si es su amor correspondido
a esta zoncera atacante que he sufrido

en días cuando conozco en perogrullesco;
a una chica que al verla quedo muy godesco
en todo un viento, que está demasiado zurrusco
ante mi entorno que al verla tiene ojos fusco;

¿cómo imaginarse el espacio sin estrella?.
Una beldad plena indudable que sea mella,
¡Y tan solo le pregunto!, ¿cómo te llamas?,
me dice: ¡Patricia!, y le digo: ya verás,

que nombre espléndido como el suyo,
ningún mendaz habrá en nombre tuyo,
¿cómo un manchón negro? .Sino amor
puro, en plena paz. Será mi humor.

Con toda certeza en jovialidad,
será mi única dichosa verdad
en plena vista mi contemplación
de toda esta suntuosa excitación.

Y me dice: ¡ay mi amor si eres coqueto¡.
-No soy coqueto sino enamorado
de tu beldad indecible por completo.
Tienes mi corazón ante tus manos.

-¡Sabes quedo muy halagada!,
-no quedes así sino reámame
Siempre, noche y día mí amada,
que seré tuyo hasta morirme.9



Ese será nuestro anhelo vehemente
de esta pasión sentida en todo mi orgasmo
sexual; y por ser la dama que más amo
desesperadamente, en mi gran presente.

¿Así debe ser? amor de mi eterna vida,
donde jamás su dulce alma estará partida,
siempre andará rellena de amor y alegría.
Mi ángel, mi amor, mi sueño, mi querer, mi todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario