miércoles, 26 de diciembre de 2012

Schunder von Ringer y su Dahlia Damsel.



Schunder von Ringer y su Dahlia Damsel.


 Cartas que en un amor comienza hacia una lejanía que hubo por un logro querido; logra irse pero algo sucede ante sus días que cambia a tal extremo que no pueden contenerlo. Pero al poder vivir ante las cartas, era tanto su idilio que las letras hacían sentir tanto que eran un romance tan poderoso, difícil de separar.

Venecia, 21 de septiembre de 1732

 La Condesa Dahlia Damsel:

 He llegado a la tierra que soñé alguna vez estar, sabes el porqué de este viaje que me obligó hacerlo, desde joven siempre tuve el deseo más glorioso de poder alcanzar en las publicaciones de la gran ciudad de Venecia. Hace más frío que en Bonn, hoy tengo la valiosa suerte de escribirle, espero que andes cómoda allá, plácida en su dormitorio. No tengo casi tinta para seguir escribiendo, cuán alegre andase si pudiese, mañana o pasado escribiré.

  Schunder von Ringer.

 Bonn, 24 de septiembre de 1732

 Mi conde, Shunder von Ringer:

  Desde que te fuiste, sin poder olvidar la fragancia de ti, ya han pasado tantos días que no sé si habrás llegado, me preocupa saber, no creí que me iba afectar el mal de no tenerte, mis manos desesperadas de tocarte, vesania en el calor de la carne mortal, inquietud de saber si escribirás a tu única flor que haces llamar. Es de noche y solamente hoy, espero que recibas mi escrito, un beso mi dulce Ringer.

 Tu flor que espera un aviso,
Damsel.

 Venecia, 29 de septiembre de 1732

 Condesa Damsel:

 ¡Oh aún no sé si haya llegado para mi consuelo la carta!, al parecer no; recuerda que por lo menos quiéredes saber si  esta partida podrás soportar?, días sin el roce de tu piel clara sobre el desierto de hoy que me quema. Hoy, ayer aún sigo angustiado al saber de ti, será que así debe ser, solo por la ida de poder publicar mis obras y poder ser conocido. Pero gracias a tu amor eso me fortalece, ya que lo debo a su considerable lira que emotivó a que convierta en arte mi pasión. Debo salir, quisiera estar hasta la noche si fuese posible, mas hoy debo ir a una reunión con la familia real que va haber en Venecia.

 Besos mi flor,
Ringer.

 Bonn, 30 de septiembre de 1732

 He podido recibir la primera carta que para mi estimulación es conformidad. Sé perfectamente que ha sido para el bien del corazón que deseas luchar, hay muchos que buscan la luz cúspide para rutilar en lugares, pero ¿cuánto va durar este tiempo
sin la manta que cubría mi piel desnuda y que con besos me dormía en noches; ¿Quién?, si mi única alianza era la bebida de tu carne.

 Escríbeme que me desespero,
Damsel.

  Venecia, 5 de octubre de 1732

 Mi condesa:

 Recién recibo las cartas, hubo problemas para que lleguen, pero ya las tengo en mis manos, las he leído, y contento porque me doy cuenta que en verdad le importo a su alma que pide a su amor, único quién se da cuenta que para mi corazón tu figura ahí veo, tu cara, ojos y cabello ocre...el lenguaje sino existiera hoy cómo te diría que te extraño, que existe aquel sentimiento arduo ante la ley del amor, por ser del mío al tuyo más que océano y puro de inmensidad. Morriña no es a la ciudad, o el herbaje de la patria, morriña es para aquellos campos en que tu y yo corríamos, como niños infantiles que vivían felicidad, no sientas que ha terminado por mis palabras, porque somos jóvenes mi flor, veinte años, tu y yo así. Hay que cuidar así tenga que esperar más, ruego que calmes al corazón de tu fiel conde. Condesa arropaos con el beso que hoy te mando, siéntelo, lo sientes como hoy te siento yo, si duermes, duerme y cubríos de la sábana que será mis brazos que os abrazan.

 Mi flor del amanecer te quiero no se desespere,
Ringer.

 Bonn, 20 de octubre de 1732

 Maestro compositor Ringer:

 Con el deber que me otorga sentir que añoraba sus profundas palabras, que son arrumacos para mi agonía fría que vivo. No quiero que sea extinto este nacimiento sagrado que siempre nos dimos bajo la luna, tu beso siento, la ternura, añoro, amor, fuerza, sueño que confías en el amar de este medio doloroso que da al alma.

 Hay obstáculos en la vida que a veces humillan al corazón, hoy ni sé si pueda dormir, pero gracias a la dulce dimensión que me regalas, podré regocijarme con la sábana, así me colmaré del deseo ambiguo y vesánico.

 Escríbeme pronto,
tu flor que haces llamar.

 Viena, 15 de noviembre de 1732

 Conde Ringer:

 ¿Dónde ha de estar mí amor, o en qué compromiso nuevos andáis?, ya no soy tan importante, que ni me has escrito, puede ser justo al corazón de vuestra flor que pálida hoy está, ni el calor que refugio de tu escritura es para Dahlia, ya hoy ha y días esperando aquella carta. ¡Contestad, escribid, no puedo más!, me siento desolada en una habitación sin nada, y prefiero andar así que traicionar al amor. A veces mi murmullo es tan igual que un ruiseñor, pero en la lóbrega noche de congoja hacia ti, sin necesidad de comer, de bailar un vals que antes era contigo, el piano más en polvo que ya ni lo limpio, solo el ático encuentro tus libros que leías, a veces leo y me consuelo al leer las historias amorosas, los poemas que antes me decías de los (15 años de edad), sonrío y a veces rocíos de la tristeza, sin poder ya saber si así por siempre viviré, si así hasta vetusta andase, no hay respuestas, solo un corazón fusco que quiere tu amor, solo pido eso, no pido el reino, o que seas el índole de la música, hay otros, pero; ¿más importa ser músico que venir a vivir con la pasión que aflige en Viena?, viajé al estado que antes estuvimos, ahora podrás entender lo de aquellos poemas, y el piano. Si ya no le importo o no queréis saber de tu flor que mustia está, dime y no escribiré más a tu corazón que empedernido siento sentir, o qué problemas has tenido, decidme y podré entender antes que no le escriba más y me vaya sin decirle en donde estoy para siempre.

 Tu flor marchita sin el amor,
no sé si tú Damsel ya.

  Venecia, 24 de noviembre de 1732

 Mi flor de condesa fina:

 No os sienta tan afligida a no poder contestaros, me han hecho pagar tal dinero para que pueda ser valorado en mis obras, y no solo ando libre como podéis pensar, ando trabajando y madrugando en una habitación diferente a la que estaba, hace mas frío, y me siento mal, creí que iba ser un viaje feliz, pero no sabes, cómo quisiera volver a estar junto a la flor que eres tu. Decirte: Que para ser el que más queréis hay complicaciones, y otros tienen facilidad, mis obras dieron fervor a los ojos del Rey de Venecia de la música, me comparó como compositor renacentista, más por alumbrar a la historia griega de Homero, por ser idolopeya mi gama, y más al leer los libretos del amor que elaboré, más pensando en ti,  por eso que ni pude escribiros, os ruego que me perdonéis, si quedó angustiada cree en este amor.  Esta nueva morada en que estáis, recuerdos de esa niñez, ya hoy lágrimas por aquellos momentos más indecibles, y que hoy estamos perdiendo, por causa mía, se podría decir, no va terminar lo nuestro, y me importáis más que a Dios mismo. No os rindáis que muy pronto estaremos en lo más alto de este amor: besándonos, amándonos, sin la duda que sentimos en la desesperación de querer tenerlo a salvo. Y sin traición alguno que quizá la vesania te hace decir.

 Mi flor sigue viva y ámame como yo amo sin eslabón.
Vuestro, Ringer.

 Viena, 29 de noviembre de 1732

 Mi conde compositor von Ringer:

 Contenta, alborozada, divina por sentiros tan fiel al quererme, con sus frases tan blancas, y tiernas para mi alegría, renacéis la flor, y alegre por vuestro paso, por poder ser conocido en obras, así recién enterándome las circunstancias que habéis pasado, y delirando sin saber el problema que ni sospechaba, si andas mal de dinero dime, para poder mandaros con los criados de confianza, así podréis moveros más en la dura situación que pasáis a estos momentos, no quiero más llantos al corazón mío hacia el destierro que a veces siento que es esto, así para evitarlo, escríbeme siempre, no lo dejéis de hacer porque sino hacéis pensar que ya no soy de ti, sola, y disturbio se apodera de mi. Contenta que hayáis escrito obra más pensándome, me hizo sentir que estoy en tu pensamiento así ande lejos. Cuando todo termine, y podáis volver, vamos a sonreír con alegría, mirándonos de ojos a ojos, palpitándoos nuestro corazón, y oyéndoos al piano que abandonado anda sin voz, sin la melodía que componías en él. Y traicionaros ni con el mismo Dios del amor. Porque vos es céfiro que hoy al leeros fue con perfume de hombre, que sois de vos. Mi compositor lírico Ringer.

 Te amo con la calma que vuelvas a mí,
tu condesa Damsel.

 Venecia, 4 de Diciembre de 1732

 Mi bellísima Damsel:

 Recibo tu alegre sonrisa, que oigo ante el aura de hoy, sigue igual de hermosa, o quizás más, me es para mi fortunio deciros que no hay necesidad que mandéis economía, por la razón que tengo para decir, que pude publicar muchas obras para piano, entre sonatas, preludios, y conciertos para piano, lo que anduve trabajando fuerte, por amanecidas a cuestión mía de querer dar un paso grandioso, y recibí más para los dos por tu amor, una gran cantidad de florines, los cuales podremos usar en Viena, en nuestra antiguo aposento, y seguir ahí componiendo, pero esta vez junto al calor más cálido que el amor de un mortal a una ninfa epicúrea, lleno de gozo y regocijo, regodeos entre mis melodías serán, tanto que en ellos oiré tu nombre y que oiréis vos también, ante distancia y dolores, de perjuicio que ha sido un juicio esta soledad que nos tocó lidiar. Juntos tu y yo, poder otra vez sentir aquella figura sobre el aliento que está ávido de ti, ansío respiraros mi flor, poder amanecer enlazado, olvidar que alguna vez me fui, y vivir lo que tanto queremos, y de lo que es y lo que quieren los tontos enamorados, de corazones sensibles y bondadosos al amar. Sueña hoy que te abrazo, que amanecemos, que ya todo terminó, no habrá necesidad de más quedarme, lo prometo, mi flor, mi todo, mi alegría de vivir para adorarte, de seguir hasta la muerte y que ella al cielo nos mande, ¡oh qué inmerso he escrito al dulce amor que me tiene embrujado, y más por daros esta noticia viva y llena de aquella ilusión que ya no ha muerto, y que creías tiniebla.

 Cada letra que escribo con la pluma y tinta de mi corazón, son mis besos y caricias a ti en este momento, lo sientes?, son los que te calentarán el cuerpo frío que tanto ha estado, sin el roce alegre del amor. Me despido o no sé... continúa amándome, no ahogues lo que es eterno y lo que alguna vez sentimos tan fuerte como el poder de Dios. ¡Oh mi amorosa mujer, oh que el pecado fue dejaros!, ruego que me perdonéis más, no quiero que lloréis, os amo, ¡ah y con la imaginación que es la poesía, y que me habéis hecho crear tú!. La vida me dio el cumplido, creí que no iba serlo, puedo seguir y más que feliz porque volveré a ti, y no son quimeras, son verdades que he decidido. Llegaré en mi caballo y con mi espada  hacia el cielo alzaré, y gritaré amor de mi que vi y conocí en un baile de música de cámara, que vi y me volví adicto al amor que soñaba en los libros de amor y que alguna vez escribí, que por fin puedo ser feliz.

 Perdóname por haberme ido amor,
tu dueño inmortal, Ringer.

 Viena, 15 de Diciembre de 1732

 Mi adorable amor que amo, Ringer:

 Me siento estupefacta al haber leído vuestra carta, tan llena e inmensa de ternura que expresáis, no puedo permitirme decir que no sois aquel amor que yo una vez miré, que sabía que al miraros ibas a ser quién me iba ser soñar con lo más loco y dulce de la pasión. La manera de tratarme, como un conde debe tratar a la flor que en realidad ama.

 Recibo la mejor noticia que para la filantropía de tu corazón merece, tener lo que tanto querías, y quizá equivocada yo, por creer que me querías quizás abandonar por la fortuna de tu principio o quizá de no quererme ya, tenía miedo y temor a eso, pero me doy cuenta que tu amor a mí es soñador, fiel, amoroso, y salvación para la vida. Apenas hoy escribo, porque me he enfermado por no haber comido tantos días, y poca fuerza tengo, en lecho he estado, disculpa si digo estas cosas, no quiero que se angustie, porque me conformo con que vas a venir a mi lado, la mejor noticia para este final de año ya. Y os perdono, y tranquilizaos por favor, no vayáis a ver diferentes colores, por mi estado, estoy bien, pero no quiero que pienses cosas malas...la vehemencia con que os amo es esta que sería capaz de sucumbir por ir a tu lado así tenga que desaparecer; pensaba hacerlo, pero al darme cuenta que pudisteis elegir,  ahora seguiré esperándoos, así ande enferma y sin ya poder escribiros.

  Te esperaré ansiosa en mi lecho,
Damsel,  suya hasta los cielos.

 Venecia, 24 de Diciembre de 1732

 Mi flor Damsel, condesa de mi amor:

 Oh eres mi criatura maravillosa, ansiosa que anda por mi misma demencia de mi hálito, y que hoy no aguanta por quereros tener en su pasión devorándote.

 No dejéis de comer sino perderéis fuerza, y sosiego para mi sería veros bien, no anhelo un destierro eternal para nosotros, debéis cuidaros y sentiros al cúspide sentir, no he nacido para ver más irse al color de flor que en plétora amo. Voy de salida para ir donde ti, estoy ávido a esta edad tan joven por querer vivir ya tanto a tu lado, nuevamente y deciros que somos aquellos enamorados, los cuales deben dejar una huella perenne al mundo, sin máculas sino amor venturo. A veces los poetas escriben porque hacia una diosa se inspiran, y vos es aquella fuerza e imagen de deidad que me hace seguir escribiéndote, si fuera mentira este latir que Dios me asesine con un trueno, si miente mi corazón que te amo que hoy ya mismo me borres de tu memoria, hago visiones para que sintáis que soy aquel ser que vino en ti para ser aquel conde que te amará hasta las galaxias del universo, sin hoyos negros quien destruya esta galaxia en que vivimos, somos cosmos que brilla por siglos sin eclipsar ningún día.

 Me han informado que mis obras, llegarán a varios recitales, sobre todo en Alemania, en Bonn mi nación y Viena la del amor que nosotros nos sentimos ahí en un baile dandi... que la fuerza del hombre en conseguir su gloria más de su trabajo virtuoso sería hacer de él ayuda a un mundo pobre y compartirlo sin remordimiento. Que imagen de nobleza conocida, como el Cura de la música sagrada, sin evasión a su culto de un amor quien hizo aparecer tal destello en llamas. "Tú mi más hermosa flor".

 Puedo sentirme que ya todo de mi viaje ha cumplido, así lo repita, pero ha sido una meta que me hice, y pude lograr alcanzarlo, me es tan memorable y la gratitud que debo a tu espera, más feliz e infeliz me siento entre los mortales de la vida.

 Aquí entre palabras, de la tinta que canta, y que es único refugio para mi escribiros antes de irme, porque ya al veros será todo diferente, será en vivo las frases, de poderos tocar a la vez, y de amaros hasta tu corazón, de sentiros cerca de mí, y dormirme en tu regazo, y consumiros sin medida ante el tiempo que viajemos de ilusión, todo va ser tangible, etéreo, plácido, vesánico, amado, llorado por que llegase el día, alegre por los sueños que son de fortunio, y de un fuego eterno, vivos y felices en lecho, por fin, tu y yo oh amor que me embarga tanto latir soñado. No quiero irme de aquí, me he enamorado tanto al escribiros en esta loca existencia que hemos estado, y me he quedado tan reflejado aquí, para que me veas y sientas todo aquello, y que siento, lo sientes verdad?,  y mis besos, mis abrazos, calienta tu seno, tu entera piel clara de luna, oh mis ojos de laguna y de naturaleza, de cabello como luz del alba, meritoria eres entre las mas damiselas mi flor, una hermosa dama, la que soñaba, y en mi para amarla, y así es llena de esperanza. Vienes para este nuevo vals que quiero bailar?, mueve tus pies mi flor, mi todo, baila al orfeón que suena, sujetaos y abrazaos a mis brazos, danza sin que os sientáis incómoda, nadie nos ve, solo tu y yo, oh en un rincón, sí, del amor, sigue, mirándome, mis ojos hermosos, sigue mi damisela, danza mi condesa,  imaginaos así este sueño en letras que viven, y que me hacen vivir, por la vesania que es el amor, y a la vez al escribir, porque te contagia esta enfermedad que es hacia tu dulce ambición de amar, y de bailar, que fue creada por el amor.

 Me siento entre los dioses de la naturaleza quien pudo tener lo que muchos quizás de ellos quisieron, conseguir el más alegre querer y fiel, que perpetuará sin juicios y penurias, dándome cuenta que tu estás ahí, y que sabes todo esto que digo, pero si fuera Dios fuera la de tu amor, no Dios que en las leyendas eran bígamos, y escarnio al querer que dejaban en luto, y en fruto, una vida libidinosa y sin importancia sentían a una deidad más. Pocos amaron, y mi moral mi lealtad que a tu corazón da, no es consumiros sino es dejar una vida realizada, con el fin que vine al mundo para vivir y más al conoceros, siendo mi amada eternal. Me llaman los caballeros, les digo que se esperen, llevaré comida, llevaré grandes cosas para ti, y un regalo misterioso, que no sé si decirle, la dejaré pensando, para un adelanto os diré, es la unión de Perseo hacia su salvador amor, que desnuda al mal y ofrece la fuerza de su corazón de la reina Andrómeda, y que a mi pensar, no tan hermosa como vos, vos resplandecéis mas que el mismo sol al amanecer, vos sois más que metáfora en la belleza de esta vida, sin duda, por ser dueña del reino que en mis letras te visto de mil maneras, mi tinta, y tu al mundo repletas, destellas, luces suntuosa, portentosa, venerada, y loada por mis frases y flores que en mi viaje de los regalo daré, me lastimo un poco, no se altere, es porque ya mi tinta acaba, pero si la fantasía existiese, pusiera la tinta de mi sangre que viene del corazón, pero ya no hay mucho, la pluma muy añeja está, apenas puedo escribir en este momento para que entendáis, si notáis un poco mal se lee, pero recuerda que por esto nada más me iré, sino a los caballeros hiciera esperar hasta que tu resplandezcas al aurora, mi hermoso alborada de la luz bendecida que hoy me tiene enamorado, y enloquecido, ya no envíes carta, ruego que esperéis a que llegue, ya no estaré en donde las enviabas. Sé que esperáis mi respuesta y esta ha sido. Noté que amar es tanto que no dejáis de hacerlo hasta cuando duermes, porque de este partir tanto os he soñado, que en el sueño veía tu sonrisa, tus ojos, tus labios dulces de flor, cuerpo indefinido, mirándome, sintiéndote amada por mí, sueños de locos, viviendo la paz ahí y que tendremos, y loca mi alma a eso ha quedado, mi sueño es que ahora si es que vuelva, ya la tinta termina, y mi dialogo pero que seguirá en su vida hasta los cielos sagrados que soñamos, flor mía, que llamo y que amo más que al reino de Dios.
 Me muriera en el infierno si es posible por solo verte ir al cielo. Así condene mi orgullo o vanagloria lo haría por tanto amaros en mi ansiedad que es incomprensible.

 Te doy diluvios de besos y abrazos,
tu más enamorado y vuestro Schunder von Ringer.

 "Así ames tanto procura que ella igual, sino la vida en que sueñas será la renuncia al amor por siempre".

 La historia que en cartas se dijeron ante una ida por el sueño de una vida que un conde ten{ia y quería; pudo conseguirlo y poder luchar el gran Ringer, y su fiel flor decidida a esperarlo, sin saber que respuesta haya dicho o en que mundo anden, solo se sabe que la espera era que él llegue a su alma, no más noticia se pudo encontrar, solo que la divinidad de su pasión en las cartas que se dijeron ambos, una vida que tanto se ama y cuando consigues la ternura olvidas así esté lejos que solo existe ella, meses solo de separación los cuales fueron eternos para ellos, duros de vivir, y que en su vida jamás seguro se iban a desterrar hacia su amor tan querido y latido que sintieron, una música sonando, sí la de este compositor, ante esta historia que se colmó de tristeza hacia la cúspide gloria del amor, que pudo sonreír, y que aún en los campos que caminaron ellos en amor, aún el murmullo de sus obras suena, por haber sido la creación a la vida de ellos, y que muy bien en la bondad de que soñaba ayudar a los pobres con su virtuosismo. Palabras de frenesí se dieron, tan poderosos a grandes logros, el fruto que en la existencia al orbe es, dejar la misma semejanza de lo que fueron, los proles, oh los amados proles, este pintor llamado compositor o maestro, pudo pintar a su música y a la de su amada inmortal, con tal caricia dulce de sus cartas, y en el rincón más dulce que vivía para componer, pero no por decir tal nota a mayor o menor que anduviese, sino al reflejo epicúreo de su amor... así se vive cuando amáis a la flor del amanecer en un corazón real, que no fingís, que queréis y amáis, que soñáis y que en ello palpitáis, así lo era Ringer, concibiendo a su flor Dahlia Damsel, a su todo del corazón, que conoció y que amó. Son dichas que vuelven y que deberán de andar bienquistos en su llamado amado cielo, vivos, llenos de paz pura y eterna locura que tenían siempre. ¿Cuánto no lloró en aquel anhelo para vivir junto, y ella en su aposento ante él, se lo merecían vivir, y estar hasta que la vida lo decida en su gozo bondadoso de amarse, para siempre.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Ama y no olvides.




Ama cuando sea posible
en la vida que estás,
porque puede ser invisible
cuando no lo ves más.
 Es como sol de un día que se va...
desaparece alegría y es oscuridad...
 Porqué el escarnio
a la traición
de la pureza,
que es  ruin engarnio
a la pasión
en su tristeza...
 Flor simplemente se  llama
 y confía un corazón,
ni anda y ni ahora brama
que su roncal de eslabón.
 Sola en su desolada cama
 que condal sea su pasión,
viento aura a él solo lo atrapa
 y muestra un portentoso amor,
y que epicúrea tan guapa
que va a ese gran dulce olor,
la noche a él lo ciega
 al ver a la deidad,
va y en su piel no juega
 sino es felicidad.
 Se olvida que tenía una flor 9
y envenenado pecado acierta,
Dios no dio la mujer para horror 9
para que ahora sea ella muerta.9
 Seduce la ruin deidad al condal 10
con caricias férvidas a su piel,10
consumido de lo eterno sensual
en su sensación de lo más  infiel.
 Flor se pregunta angustiada 8
"porqué no vienes mí amor,7
hoy que ni soy cobijada 8
con besos de tu calor.7
 Necesito hoy verte 6
estoy que fallezco,
no quiero perderte
o sino hoy fenezco".
 Cuando termina el coito amor 8
recuerda a su hermosa mujer,8
mas diosa pide más ardor 8
y él dice que en su amanecer.8
 Ella insiste al final que no se vaya 11
porque sino ella le iba a perseguir,10
así huyese lejos hasta la playa 11
ella iba ser sombra de su seguir.10
 Encadenado de la venustez 10
complace a un gran libídine error,10
tanto era su lascivia cachondez 7
que gemía en exultante interior.10
 Bajo los árboles devoraba 10
la diosa apasionada al pobre hombre,6
sintió que al amor tanto pecaba 8
y ella sin resentimiento asombre.10
 La diosa hechizaba por lo bella
mas pintada como un cuadro fino,
cabello cobrizo que centella
y ojos de golondrina en destino.
 Alumbró al condal como estrella
su piel blanca aroma de lirio,
embrujado quedó y como huella
al corazón que es un martirio.
 Satisface a la diosa
y enseguida se esfuma,
mas la noche llorosa
por homo que hoy abruma,
por sentirse pecador
de lo que hoy él en carne hizo,
más es estigio temor
de sucumbrir a ese hechizo,
no aparecer con su amor
y abandonarle hasta en mente,
así borrarle en su olor
y dormir tranquilamente.
 "Mas la duda de pensar
si podré vivir feliz,
si podré a ella olvidar
y si ella andase infeliz?.
 No puedo vivir con tal acto funesto
pero mejor pensaré en no abandonaros,
volver y daros mi corazón honesto
y lo perogrullesco de mi contaros".
 Pudo cambiar al pecado
y convertirlo en la paz,
ir así al volar no atado
y ya no tener mendaz.
 Su ritmo de su corazón
siente símbolo de admirar,
no un orbe sin esa pasión
que al cual pueda solo llorar.
 "Dónde ha de estar
más sola hoy ando,
quiero hoy llorar...
y a nadie amando.
 Condal la flor pierde
ya su gran color,
ya ni mi hoja es verde
solo fusco amor".
 El hombre llega a la puerta
y su flor abre enseguida,
con alma y solo desierta
y al ver llora compungida.
 El hombre todo lo cuenta
y ella comprende en dolor,
mas es terrible tormenta
que en su gran mismo interior.
 "La diosa me dejó en poder
sin tener razón de pensar,
su belleza fue más en ser
y me hizo hasta de ti olvidar.
 Perdona si cuento la verdad
pero no puedo vivir así,
pensé irme sin la melosidad
de tus besos que eran para mi".
 "No llores condal del amor
que perdono al embrujo vil,
ven y vive con mi calor
y besa mi piel de marfil".
 "Agradezco el perdón
que otorgas a mi vida,
renace esta ilusión
que lloraba perdida".
 "Todo acabó mi primor
y sin más preocupación,
viva la alegría amor
y ven y besa en pasión".
 Pudieron sonreír
ya por fin ellos dos,
diosa fue el peor mal
y donde iba el adiós.
 Aprendió que amar
es hasta el final,
no un momento amar
que en alma inmortal.
 Y la amó hasta sus huesos
entre noches felices,
besaba con mil besos
su piel sin cicatrices.
 Pudo sentir libertad
en corazón sin espada,
su flor de venustidad
en su alma más que deseada.
 Vivieron de regocijo
sin que nadie les moleste,
y al final tendrán más hijos
en su vida sin ser peste.

lunes, 17 de diciembre de 2012

La galaxia desaparecida.

la Galaxia desaparecida.


Después de un año que ahora la vida es diferente, que retornó sin la espuela que en un calor estaba y; que se creía a venturo futuro, ya nada de la galaxia ahora brilla en destellos, solo ciclón para el núcleo fue del universo, dejo de ser un sol más. Pero si recordar destruye o da temor por no querer sollozar, recordemos: cuando nuestros ojos miraban una noche aquel firmamento, qué palabras nos decíamos, jurando aquel amor que soñábamos, siendo dueños de nuestra felicidad, esa misma noche recuerdo que acaricié tu pelo, me miraste, te intimidé, pero querías más, lo seguí haciendo en aquel herbaje verdejo, entre flores rojas, cojía una, para rozar tus hermosos labios, perfumarte, vi que  esos ojos, aguados quedaron, ilusionados a grandes cosas, me abrazaste y luego me besaste, el beso que a mi cuerpo hizo arder, arder en pasión que antes no anduve, sentí un fresco aire, la naturaleza hermosa cantaba, oía música de piano contento. Tus labios tenues como terciopelo de lirio, te dije que tenías cuello de cisne, me sonreíste, te agradó. No olvido aquel comienzo, mi primera noche a tu lado, compartiendo de un alegre tiempo, te llamaba mi condesa, la mujer que una vez soñé en mis poesías, que el sueño del amor vivíamos, nadie que quiera separar, solo en aquel edén sagrado, llenos de lograr la meta cúspide de la existencia, como generarse, y dar el fruto. Esa noche, te sentí rendida a mis brazos, tu protector estaba ahí, de llevarte a conocer hasta las estrellas si era posible; de mostrarte que las noches serían así, amándonos bajo los árboles, devorándonos sin medida, consumiéndonos en la fiel ternura. La luna brillaba como tus ojos, mis ojos claro de luna... aún la sonrisa de tu voz la escucho en el viento, y mi corazón frío. Pensé que los soñadores cuando sueñan la quimera se vuelven locos, vesánicos, fuerte es amar a más que las constelaciones, te pierdes, y yo me perdía pero mirando a sus ojos por ser tan indecibles como el universo...se detenía el tiempo, solo nosotros dos en un refugio, nuestros segundos eran eternos, amarte era vivir en una pintura realizada, perfecta, colorida, soñadora a perpetuarse por la vida, por dos corazones nada más. Así nos sentimos, y una noche oímos la lluvia caer, la tormenta tronaba en las nubes, tanto tronaba que te dije, tan fuerte truena que así mi corazón es por ti, por tanto amor que me haces dar, sonrojaste, casi no te desmayas, pero antes te sujeté a mis brazos, te besé, bañé a la noche con el amor y dejó de llover, el milagro eramos, mandábamos en el destino, roncales cantaban al regocijo fogoso del querer, era tanto encanto tener a la codicia de mi alma. Consumía de ti como el sol al día, decías que si era el amor que al fuego perenne iba arder, tenías un poco de miedo, porque lo que vivíamos era tan hermoso, te dije, que así no creas que al día el sol sea negro, los océanos áridos, la naturaleza entera mustia, así que se destruya el amor, dijiste eso jamás va suceder, entonces es real esta pasión, es real porque nos amamos tan pulcro que la noche hoy brilla a nuestra imagen, nos invita a besarnos más, a querernos, a fundir nuestra carne en libido enriquecer, que olvidemos la consternada locura, porque somos de la melodía la mejor sonada del amor, nos besamos como trinos agitantes, nos  acariciamos como el piano a la nota musical, tan evanescente que desprende flor, flores a nuestro lecho, por vivir la paz, la locura, la imaginación, y la poesía que existe, y persiste por la eternidad, somos las hojas de un libro de la historia, llorada por latir siempre.

 Un día no sé qué ocurrió a la galaxia que creí brillar siempre; tan hermosa como una diadema. Me pregunté, ¿por qué no deja que a su belleza contemple?, me desconocía, sintió que era otro, ya no su universo, yo con tantos soles menos con el que más prefería, sus destellos se escondían, sentí la destrucción de mi firmamento. Fui y la tomé, pero al no querer ella sin querer la lastimé, se alejó como cuando sol abandona por una noche a la flor, si era así no entendía el porqué, mis preguntas eran tristes, si nos amábamos ahora rechazas al amor?, ¡ayúdenme!, Dios que al amor pedí, y ahora esto me das, qué hice, si solo nos quisimos como es tu ley, me haces vivir y ahora me haces sucumbir poco a poco, no me des más dolor. Amor no recuerdas lo que hacíamos, los dichos que dijimos alguna vez, que siempre iba ser para siempre, porque no conoces al dueño que besó esos labios en cálida noche de tu cuerpo, no decía nada, muda estaba, si respondía, era perfidia al corazón mío, la noche era fría, quería abrazarle, para calentarme o al amor renacer, y era imposible, su fuerza era fuerte que me rechazó, y por no ser posesivo dejaba que siguiera así, no la obligué a que me bese o me abrace, solo que en soledad nuevamente, era como estar sin nadie y eso que ella andaba ahí, la lobreguez espectral cubrió la noche, el temor que una vez ella sintió, ahora yo la estaba viviendo, que no era la pintura viva, sino más que un averno, oscuridad, sin nimio regocijo, silencio la noche, vivir así era estar con una decisión así sea la peor que tome. Una voz vino y dijo, ya el amor terminó, no vas a entender que tiene ella, porque ella misma ni sabe lo que tiene, está oscura en un mundo que no existe nadie no más que una hija, sabía eso, pero no era mía, tenía un poco de aprecio quizá vestirla con aquel sueño de una vida, pero a mi me tenía olvidado y era un desconocido. Como una orquesta en sonada menor, bruma a la noche cubría, decidí que debía irme lejos de ella, la naturaleza ya no era mi hogar y ni refugio, pertenecía a otro mundo, la luna lloró, por ver las cosas que sentía, los roncales cantaban en llantos, aquella condesa desconocida a mis ojos, y cuando me iba por la senda, a minutos vino y me detuvo, no te vayas por favor, quédate conmigo, yo te amo. No sabía qué hacer, no sé si estaba en vesania, porque ahora cuando me alejo viene?, "¿si te vas con quién seguiré la vida?", deberías de cantarme deja de llorar, dejar de llorar por mi que no lo merezco, porque no aguanto las lágrimas que caen a mi corazón, lleno de cicatrices a tus rechazos, lo has lastimado sin darte cuenta, ya no es el mismo, es otro, mejor déjame, será mejor para los dos, a parte no debes recordar lo que dijiste antes, eres otra, otra galaxia, ya la flor que dormia, su raíz ya murió, sufrí y prefiero olvidarte que vivir con esta hambre que me acaba por sentir el amor otra vez; ve y vive como siempre has querido, pero jamás podrás olvidar quién te hizo la mujer más viva y sonriente, el hombre que compartió poesías, quien en cada tarde te tocaba el cuerpo con flores, y el piano bajo la luz de la luna, no olvidarás cuando vuelvas en sí, quién fue el que te amó con la fuerza de los mares, y afable ternura qie hoy se esfumó, que es postración  al tiempo amor recordare, pero si olvidare, lo único que pido que seas feliz, y vayas con su hija que amas más que nadie. Ahora debo irme, ya la noche se acerca, debo volver al dormitorio, ir al orbe que dejé, para crear historias que ya a ti no importa. Quedó sola y mi corazón de esa vez no la sintió más, a dónde habrá ido, con qué vida andará, mi corazón esa vez lloró como el otoño de las ramas, hasta quedar sin hojas, sin alma, el vestigio aún me persigue, no puedo olvidarte condesa, será porque fuiste mi primer amor?, ¡oh que gracioso, pero aún en lágrimas la amo!, la añoro tanto que hoy quisiera besarla como antes bajo los árboles, decirle que aún palpito por ella, aún extraño sentir su gemido en la dulce noche, que no creí que fuese aún a escribirle nuevamente, ¡oh en mi dormitorio, y con sentimiento ilusorio!, será que igual tu me recuerdas en donde andas, hoy en la noche como siempre era nuestro mejor tiempo... hoy en la luna veo tu reflejo, como quisiera llegar ahí y solo decirte que aún te quiero, que no he sido de otra, es pérfido vivir un momento así, que  imaginas locuras cuando en verdad amaste, y que al corazón sentimiento persigue. cuando te veré, si te dejé lejos y no sé si ya sigas ahí, cómo hago para solo saber que vives, solo mis letras hoy pintan al sentimiento añorado, lóbrego y grácil por amar, así me mantenga desierto a esos ojos, recuerda que fui el amor que hizo locuras y cosas que nadie hizo con la grandeza de idolatrar.

 Su corazón vive sin la tierna dama
que en su vida dio paz,
ahora al destino clama
que viva sin mendaz.
 Por no querer vivir ya el tedio
cuando la dulzura muere,
por no ver que hay remedio
y que al corazón hiere.
 Sigue, así la recordase
entre su poesía llorada,
o entre prosa que amase
a su condesa añorada.
 Pudo amar a la galaxia preferida
en su firmamento pleno,
sin tenerla dividida
esa vez que en amor sereno.
 Vivirá soñando en sus días
hasta que la vida le consuma,
con su amor a las poesías
entre la noche que le bruma.
 Gran apasionado en su historia
que amó a la mujer sin daño,
que ofreció fe a la gloria
pero que se fue hace un año.
 No imaginó que así terminara
por amar tanto a un querer,
siendo injuria que matara
en una vida de entristecer.
 Sus últimos latidos
al beso llorado besó,
a los labios sentidos
que en su cuerpo amó.
 "Me despido en esta poesía
que escribí para el amor,
que explayé toda alegría
y de elegía con dolor.
 Oh condesa sin perfume
que ni ya mi verso siente hoy,
más que amor me abrume
por tan caduco que estoy,
porque ya hoy nada hay
ni la misma calor,
solo que en piel achachay
que el mismo resquemor.
 Estas serán últimas letras
que ante ti escribiré,
así el dolo sea la debla
ante vos ya no cantaré.
 Dormiré en paz en mi cama
y amaneceré feliz esta vez,
venciendo al antro en llama
que hoy me dio lobreguez,
viviendo lo que mi ser ama
ante melodía y fluidez,
por ser lo que mi alma clama
ante la poesía a la vejez,
y que a mi alma acompaña
por siempre en validez,
llenando de amor que ataña
y tañe sin la terriblez,
soñando con aquello en romanza
con entera extrañez,
por ser el destello de esperanza
que en mi brilla en candidez,
que será siempre remembranza
que amase en floridez,
entre lirios y en danza
con sonata de exquisitez,
con dulzura y sin lanza
de esta misma sencillez,
que es esta venturanza
de la dandi esbeltez,
que solo da añoranza
al amor sin mudez,
que mi alma da loanza
a dulce esplendidez,
por ser mi confianza
que soñé de mi niñez,
que ha sido mi alianza
y que vive en mi madurez,
por ser mi enseñanza
de seguir a mi vetustez,
y que haya bienaventuranza
por solo esperar a mi venustez,
fuera mi mayor cobranza
que hiciese en mi tez,
durmiendo sin matanza
y con toda pasión rojez,
viviendo entre seguranza
al centello brillantez,
y no todo sea acordanza
sino amatorio rancidez,
y no una misma ultranza
el amor sin su marchitez".
 Todo revive en su alma
y vuelve a nacer,
la meritoria viene a su calma
y en su sueño es florecer,
la misma que besó bajo la palma
la misma es su mujer,
que adora entre su fuego y cama
con beatitud y querer,
sintiendo gran apego y llama
con magnitud y vencer,
feliz siendo su libro que brama
ante su corazón y placer,
por tal jocundo amor que ama
ante su pasión y ser,
sin abandonar la dulce dama
a su bardo en su amanecer.
 "Qué feliz ando junto a vos
por fin puedo sonreír,
sentir aquel amor no es adiós
y por fin contigo vivir".
 "No sintáis dolo ya amor
porque vine para amaros,
perdida andaba en dolor
y enfermedad que ya no hallo".
 "Qué clase de enfermedad
teníais para hacerme infeliz,
qué fue la tirria tempestad
que vino para dar cicatriz".
 "Mi mente olvidaba
todo aquello que en amor era,
y así olvidé lo que amaba
y me volvía una fiera.
 Pero me curé de ese mal
y ahora recuerdo aquel amor,
puedo sonreír mi inmortal
y amarte sin dolor".
 "Y vuestra hija como está
porque aún quiero ser papá,
cuidar de ella y darle vida,
amarle y solo sentirla mía".
 "Lo será, seréis buen esposo,
seréis mío del tiempo perdido,
volveremos al rincón fogoso
y existirá otro fruto bendecido.
 No sabéis cuánto extraño
vuestras caricias sobre mi piel,
ya hace tanto antaño
que ha sido para mi tan cruel".
 "Y yo he vivido una vida llorando
sin poderos sacar del corazón,
me habéis estado destrozando
por veros en mi libro de amor".
 "Ya no estaréis así mi gran poeta
ahora me recitaréis gran poema,
me amaréis y me daréis dulzura,
en eso viviremos y será ternura".
 "Me miráis con ojos de galaxia
brillando mi diosa Andrómeda,
como orquídea llana
y que en ello me pierdo mi diosa".
 "Gracias por llamarme así
me hacéis sentir alegre amor,
sois tan indiviso de mí
que con vos quiero ir sin dolor.
 Recuerdo, el amor terminará
así los océanos sean secos,
así el sol deje de alumbrar
y sea en la tierra negro".
 "Recordáis las palabras mías
que una vez os dije,
ahora sé que me recuerdas vida
y que el amor existe".
 "Sabes que andaba lejos
pero una voz vino y me dijo,
no dejéis al amor añejo
que aún le ama en regocijo,
en su tierra aún le espera
y sabes vos cual es,
ve y dale una primavera
porque sufre en otoño hiel".
 " ¡Oh entonces sabíais
donde estaba mi condesa,
por eso vinisteis buscando al hombre
quien os ve mi gran belleza!".
 "Esperaba este momento
para deciros cuánto os amo,
lloraba por sentiros en aliento
y ofreceros mi corazón amado".
 "Igual, pero escribiéndote,
poesía y ahí viéndote,
amándote y ahí sintiéndote,
llorándote y ahí queriéndote".
 "Y sin yo saber que así estabas,
puedo leer lo que escribisteis,
a ver qué decíais de mi
ante este tiempo que sentisteis".
 " Aquí está lee y dime
a ver qué podéis ver,
mi corazón en gime
y mi mundo es condoler".
 "Una prosa alegre del amor
donde lloro hoy por ti,
y una parte de temor
donde sufristeis aquí.
 Pero ternura decís,
que a mí amor sentís,
 me siento contigo viva,
por fin siento tanto amor,
y mi alma reviva
ante esta vida con dulzor".
 "Esto es el amor de una pareja
que se dan calor y no se aleja,
esto es salvación de un mustio poeta
que creyó al ciclón en galaxia completa,
pero fue resurrección y vivo con vos mi condesa"
 "Dulces ante la vida sin más sentir soledad,
amándonos en pasión compartida de esta felicidad,
que a vuestro lado tanto siento
y que es mi libertad,
de seguir con el sentimiento y sin mortalidad".
 "Por fin juntos besándonos bajo las palmas
ante el amor que soñamos,
abrazándonos en nuestras puras almas
al sonar de besos que damos.
 Si queremos lloramos
por el milagro que vivimos,
si queremos más nos devoramos
por el amor que quisimos".
 "Por fin amor de mi
puedo sonreír contigo,
y ser viva a piano feliz
y que ha sido sin castigo"
 "Y que con vos estaré así
hasta.el mismo orbe extinto...
será vivo y lleno de latir
sintiendo sin haber laberinto".
  Se durmieron bajo las palmas
abrazados con tanto amor,
desnudos entre sus almas
sintiendo tanto ardor,
entre poesías que dieron
entre su centro de pasión,
alegría que hoy sintieron
al sonar su mismo corazón,
por revivir su mismo mundo
ante su hermosa predilección,
que sienten en su amor profundo
de amatoria y viva salvación,
que no se aleja de lo jocundo
que es en su hermosa pasión,
felices por fin en sus segundos
y con aquella inmensa ilusión.





domingo, 9 de diciembre de 2012

Un conde en la historia soñada de su libro.


Un conde en la historia soñada de su libro.

 Cómo un instrumento es recordado
para perdurar en aquellos hechos,
quien vive al sonar amado
y hasta rocíos hay en lecho.
Por no alejar el mismo rey
toda aquella sensible liturgia,
que es la naturaleza su fe y ley
de refugio y teúrgia.
Vive recorriendo su piano frágil
con afectuosa estimación,
concibiendo aquello dandi
de la recóndita creación.
De querer solo saber
si será a un siglo visto…
“la memoria sin oscurecer
y sin saber si veré a Cristo”.
Fuertes algunos de este delirio
que llega en lluvia del diluvial,
y hasta aroma el lirio
de tal naturaleza sin vendaval.
Roncales risueños por alegría
obra despierta amigo y sin elegía,
a veces es el estigio quien da miedo,
y que destruye la melodía,
por ver al martirio de enredo
quien ahorca a la misma vida.
Duerme cuando sea dolor
por no saber cuando terminará,
despierta cuando sea albor
porque el sol te retornará.
“Confío en ello así sea imposible
sé que será destello e indefinible,
pronto empatía no será en poema
y vendrán armonías vivas,
compases de vivace fonema
y la postrera alma reviva”.
Esperanza por el vivir de locuras
que en el temor del tiempo existe,
Remembranza anhela la dulzura
en composición que en ello persiste.
“Os he dejado esta semana
salvedad coadjutor de mi escritura,
hoy os escribo hasta mañana
con sueños e inofensiva holgura,
por ser santísima alma llana
que vive en mi poesía pura,
que ha convertido en parábola
cuando mi misión se ajunta,
por ser millares de metáforas
que en mi corazón se apunta,
Por ser mi señero juicio
que en mi pintura pinto,
de escritos en suplicio
a futuro del infinto.
sin saber si sea sacrificio
esperar o que ahí sea distinto…
¡Oh flor que nadie derrumbe!
si conoce al tierno conde,
que en mi pecho sucumbe
por besos que dé en ahonde,
que no sea ludibrio lúgubre
sino amatoria entre el fronde,
quien amase en beatitudes
y besase a su carne al desfonde”.
Llegará fortuita alegoría indecible
quien implora y su vida,
amará al fondo al océano invencible
a quien llora y sin su partida.
Tanto amor claman los enamorados
Y tanto dolor a veces haya los escaldos,
Quienes luchan en poesías de quimeras
Por sentir pureza en ello de la primavera.
Que es su naturaleza y que aman en su letra,
Con fuego y pasión que penetra
Del apego y sazón que se centra,
Sin juego sino adicción que concentra,
Oh el poder del poeta apasionado
De la dulce damisela en reino adorado,
“Que venga en su vestido la diadema
Para vestir con los besos y versos,
Sentirla que es la elegida del poema
Que ha estado llorando el universo…
Y así por fin al añejo vivir
Ya todo olvidar,
seguir y convivir
con lo más querido del soñar”.
Sin más compases del averno
Sino que abrazando a esa flor,
Quienes aman del reino eterno
De sus ojos y aroma del amor.
Vivir así de aquella sonrisa lograda
Y respirar aire puro,
Creyendo en batalla ganada
Y besando al ser venturo.
Olvidaros ya de poemas afligidos
Sino que la realidad que vivís,
Daros bienvenida al amor querido
Que por fin en carne sentís.
Gloria de canto oiréis
y solo esa dulzura os acompañará,
más que el amor que abrazaréis
en vuestra morada amor habrá.
Seréis, reconocido al mundo
instrumento llorado,
obras dejaréis en lo jocundo
del arte y amor hallado.
Por fin descansaréis en paz
y no tendréis ya aquel dolo vivir,
todo no será un centello fugaz
sino que eternal en vuestro existir.
“Gracias si así es en gracia
Viviendo por fin democracia,
Oh mi corazón que a eso lloraba
Oh ahora tengo ilusión de fe que no esperaba,
Duerme oh mi libro de amor
Para respirar a su misma dulce alma,
Que sea la calma del horror
Y que sea por fin la que roce mi palma.
En mi dormitorio hoy
Deslumbrando la luna radiante,
Con la pluma con quien estoy
Pintando esta imaginación rutilante,
Y mi lecho sin rocío al rincón
Por ver que hay vida,
Vivo entre fuerza y dilección
De esta grandiosa alegría,
Que ya no sé ni qué decir hoy
Por ser el amor y mundo nefando,
Pero si ahora me voy
Sabré que alguien me está esperando”.
Va a su lecho y tanto poema que escribió,
La vida concede su poderoso anhelo,
Envía la noche una mujer esbelta como flor
Quien pronuncia su nombre al cielo.
Inmediatamente va hacia la puerta
Y le abre y desmayado cae a sus brazos,
La mujer acaricia su alma desierta
Y le apoya sobre sus regazos,
Y a tal ternura él despierta
Y cuando él ve quedó hechizado,
Por contemplar a la flor del sueño amado,
Por fin el conde conoce a su sueño
Le invita a su casa y se hace su dueño,
Ella se deja socavar por sus besos
Entre ese regocijar de embelesos,
Él le ama hasta el fondo de sus huesos
Y ella contenta por ser vestida de versos,
Mientras el conde ama recita unas frases de amor
Ella se deja consumir en cama por aquel dúctil ardor,
Lecho entre manta blanca y perfume de mujer
Quien en paraíso no manca sino que es querer,
Habitación alegre y libro de amor baila de alegría
Porque nadie pierde en ese vigor de su nueva armonía,
Consume cuerpo que en él es uno de batalla vencida,
“con la belleza de fortunio que hay en vida,
y que por fin puedo sonreír por tener a la maravilla”.
“Sonreíd todo lo que queráis amor
Que en mi seno hoy más besaréis,
Porque esto siempre será en calor
que en mi piel más socavaréis.
Soy aquel milagro que pedisteis
En tanto amor de rogasteis
Y si aquí me tenéis
Solo haced lo que llorasteis,
Y no os vayáis de mí
Porque sois mío y de mi querer”.
“Jamás me iría de una deidad
Quien hoy me abraza en su olor,
Siempre estaría en la divinidad
Quien sois hoy mí amor”.
“Me contentáis al corazón
Que indiviso es de vos mi poeta,
Ay hasta estaremos al son
De la poesía que hagáis completa,
Seremos la chispa que despierte
Y al mundo de esta locura…
y magia no fenecerte
sino mostraros en dulzura”.
“Siempre he querido tal felicidad
Que en mi refugio ha sido,
Que todo sea vida de realidad
Con lo más puro y vivido,
Que habéis sido vos en tonalidad
Ante esta llegada en lo concebido,
Y que amo ante verso y honestidad
Mi condesa de mi poema vencido”.
“Amorosas  frases me decís
que me tenéis tan apasionada,
por mostrarme lo que sentís
y que me lo dais en frase enamorada,
No puedo evitar...clamo ante vos hoy aquí,
que os doy mi amar... te amo como Dios al querubín,
Quien lo tiene en su hogar y que le da luz sinfín".
“Igual yo os amaré sin terminar esto en el vivir,
Sino fuera temor y llorar ante nuestro existir".
 "Me gusta que me acariciéis la espalda y  mi cuello
y que me beséis mi piel clara y mi libido vello".
 "¡Piel tenue de hada y ojos suntuosos destellos
miro y me pierdo en la mirada por ser ellos,
vos el arte de describiros oh amada y por ser bellos,
y ya ni alma en bruma anda por el mismo cetello
que ni niebla hoy comanda por el dulce luello,
que apartó lóbrega nublada del peor regomello".
 "Así mi fiel amor que vive en roncal murmullo
que canta oh ruiseñor afuera en arrullo,
más por mi divina flor que es mi orgullo,
nuestros cuerpos en corazón hoy de suspiros,
 "llenándose de pasión y de giros,
ardiéndoos como volcán al sentiros,
y me quedase aquí hasta dormiros,
que os besase"..."Y yo a vos mis ojos de zafiro".
 "Este amor es una estancia y no un barullo,
esto es el sueño que buscaba y que da marullo,
las hace hoy sentir a distancia como del mar zafir,
y envía golondrinas de fragancia por nosotros vivir".
 "Nos consumimos y muchos saben de este querer
y así solo vivimos entre besos y de enriquecer,
sin fallecer amor mío que confío en mi piel".
 "Que boca como pétalo
de lirio que siento de miel,
dulce de esta oxipétalo
en delirio sin ser cruel,
y así convivo de lo frenético
de mi hermosa lunel".
 "Me dejo besar en lo poético
de mi amatorio a mis labios fiel,
quien me ama y devora energético
de su cuerpo tan dulce como clavel.
 "Ardemos y sin corazón patético
ante vuestra divina piel,
para daros más amor férvido
ante esta pasión y vencer".
 "Me habéis hecho el pubis
tan solo hoy mucho encender...
conde quedaos y besadme el cutis
y perfumaos más de vuestra mujer.
 Me muriese si no andase
me matase si ya no os viese,
os juro que os culpase
por el eterno vivir que os pese".
 "Oh quedo mutis
pero os amaré hasta que lleguemos,
os beso vuestra cutis
y no os aflijáis que siempre estaremos".
 "¿Lo juráis por los mandamientos
que así vos solo en mi viviréis?,
así serán buenos sentimientos
y que en astros vos alumbraréis".
 "Jurar es banal condesa lunel
ni por firmamento lo haría,
ni por luna o sol por placer
porque yo os amo en mi alegría,
confía que es así el querer
que estará y vivirá en edén vida mía".
 "Confío en vos amor
por ser la historia de mi vida,
sonrío en gran ardor
por esta chispa que hay sin partida".
 "Y terminamos de esta dulce entrega
donde nos perpetuamos de amor,
con pasión y que conlleva
hasta sonrisas en el dulce honor".
 Los dos enamorados vivieron
felices al verse entregado,
por fin el conde le concedieron
el milagro que había clamado,
duerme oh bien romántico del amor
y descansa junto a su condesa de dulce flor,
la poesía le sonrió y por fin rebozó,
escaldo feliz era por la batalla que noche le regaló,
todos compases cantan sin malla que poema floreció.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El papel de su refugio.

El papel de su refugio.

“Ay vida de sus preguntas que fue hacia ingenuo compositor…
Viviendo oh en sus partituras y del amatorio dolor,
Descubro a noche de luna lo que era para él amar…
Golondrina se va al nido y se ajunta para luego cantar.

Llora, llora oh alma mía, por descubrir a la idolopeya…
Ay oda de su poesía que vive en su melopeya.

Apenas en virtuosismo de la viviente vida,
Dominando el surrealismo y de esa aria indefinida...
Golondrina oís lo que es amar como la aurora al sol
señuelo roncal y de entonar en fragante girasol.
Desprenden célebre arrullo y no es tornasol,
por obra mella sin orgullo y sin el control.

Lágrimas en algunos y en otros no,
oscuro aquel mundo y en otros desolación.
No se puede permitir el derecho de aquello abandonar,
así las memorias perturben en pecho y sea tronar...
podemos seguir el camino a la morada
oh brillante sol fulge y no deis oscuridad,
mantendré en ser sonata andada
sin morirse en la misma soledad.

Golondrina ahora dormís en aquel nidal...
luna brilláis hoy aquí y al sentir espectral...
¿Cuánto era el nimio amor a esta esencia
tocando en un albor en soñada presencia?,
no como el mismo yo que veis que ni libro tiene,
al menos vos fundisteis amor y al mundo que es perenne,
lenguaje que escribisteis y no ignorado en presente,
alma como hoy os sentís que ni hay amor clemente,
que tan solo pueda mirar que existís en el orbe mi mente.
Ente, que cada día os refugia en un dormitorio
con aquella pluma de la tinta del corazón,
que habláis en voz al amatorio
sin duda y sin tener evasión.
Solo el gran sultán de nuestra alma
observa cada día el pasar del sentir,
entenderá qué es la calma
para aliento del rincón sea vivir.
Está acostumbrado oh al compañero del arte,
escribe al rincón amado y del sueño que no parte,
cúspide estrella brilla al bardo y convertidle en conocido,
oh luna que ya no haya dardo y mostradle un cumplido".
Hombre que a un compositor en su voz expresó
desconocido en su lengua pero que es de Bonn,
oh dirá quién podrá ser y porqué es desolación,
humillado sentimiento en papel que todo es horror.
Habrá una luz que pueda elevaros al mundo
sin más ser transparente o invisible,
oh ayuda universo al afecto profundo
que en su locura es indecible.
Por favor... vive y dale lo que merece.

"Ay que vivisteis en la profunda sordera
por haber tomado agua sucia con plomo,
estudiando vuestra vida entera
en lo que eras y que sollozo.
Por la enfermedad de la pasión
sin dejar de escribir,
viviendo de esa vasta razón
que era la comida y el vivir.
Quién podrá entender a sentimiento visto
que mejor que yo o como el mismo Cristo,
a veces aman cuando el mundo es el color
a veces claman cuando necesitan amor,
a veces lloran por ser apartado del soñar
a veces rocío se moja al ser ignorado sin representar,
solo el corazón conoce en su viviente vida
por el arte del amor que es en su alma vivida".
"Susurráis e imploráis oh a verso que se esfuma
gemís y hasta lloráis oh por ver aquella bruma,
nublado gira y el tornado se acerca lejos,
si más fundís la lira veréis aquel herbaje verdejo".
"Si siempre he bañado en alegría a las historias
jamás hay un tártaro que en su misma faloria,
no podéis juzgar si no conocéis al ente bardo
venís como queréis y lastimáis en un mismo dardo,
ayuda no me dais sino que mal al pecho,
universo solo lastimáis y mustio es lecho,
que me devore el tornado o el mismo huracán
musa llora por lo amado y hacia el sultán".
Tal fuerte fueron sus palabras en su sentimiento
que en su mundo todo cambió,
fue al mundo conocido sin lamento
y sus obras dieron fervor.
Pudo seguir con aquel sueño
y sin la misma tristeza del corazón,
llovió al mundo de su risueño
que había en su verso y sazón.
Todo amor vive cuando es fuerte la esperanza
todo en alma convive cuando hay remembranza.
La paz y la vida le sonrió y pudo ir feliz,
la fuerza de la poesía, dejó de ser cicatriz.
Ese era la única tristeza de ser nublado
y no visto por el entero mundo,
cuando se descubre al ente llano
la arma inmortal vive jocundo.
"Amigo sordo y caduco y fusco
puedo sonreír como vos ahora,
seguiré el paso sin viento zurrusco
y brillar ante sol en aurora.
Beethoven he llegado a la felicidad
y tengo una dama que amo,
es tan igual condesa
que en las noches la socavo...
escribimos poesías de amor
y de las maravillas que vivimos,
música igual en ardor
y de los besos que en el repartimos.
Por fin pude ser conocido
y no una roca en el mar,
pude ser vivo y revivido
y con indecible amar.
Oh ahora puedo ir contento
y mi ánima no pena,
qué grande es su aliento
cuando no hay cadena,
puedo decir que es sentimiento
que salimos sin condena,
creía que viviría sufriendo
y tengo al amor y a la condesa".
Sus palabras por fin descansaron
pudo ver su alba y su destello alumbrando,
olvida el pasado de rabia y vuelve regocijado,
esperó ente la llama aunque agonizando,
y consiguiendo una dama y su dicho amado.

El roncal y su poder poético.

El roncal y su poder poético.

¡Oh roncal que en arboleda hoy musitas
Para animar al herbaje añoso del hogar,
reflejáis a las favilas cuitas 
que en merma hubieron a dar.
Por un mismo felón de un soez asteroide,
llovía sin compasión en espacio negroide.
Galaxia injuriada por su mismo universo,
bardos en mella eternizada y sin aquel verso.
¡Oh ambigua naturaleza y sin el vigor viviente!,
¡Ay la indulgencia se reza y sin amor clemente!.
Se creía un mero nido y sin la misma injusticia,
Oía tierra aquel papiro vivido y sin oruga nequicia.
Tan diferente roncal vos en morada veías,
todo cambia tan mal que chispeas elegías.
Pudisteis compañero huir y no entrar en tormento,
Cantáis y os sentís sin vivir por tener aquel lamento.
Huisteis por vuestra ida oh roncal alífero,
y de esa vez sotos hay en vida oh a inopia en florígero, 
pobre conciencia se inclina a su alma de serpentígero,
cual veneno a loa extermina y sin ser belígero.
Ayuda pide naturaleza y amor al menesteroso,
Ay para que sea terneza y su canto amoroso.

Oh Roncal aterrado y miedoso… arranca en peanas,
Oh desalmado y lacrimoso… manca memoria diana…
Sucumbe remembranza sino existe la bondad,
Reviviese esperanza si dice su terrosidad.
“¡Oh humanos que a tierra abandoné!
prefiriendo al sueño del vivir,
Ay ni guerrero férreo mi ente fue
y confieso ante orbe mi latir.
Ruego que me perdonéis
A tal tormento que me acompaña,
Oh consolaos y que me disculpéis
Al acto que a mi alma ataña”.
Ah temeroso de vuestra compunción
conlleva su antro remordimiento.
Por haberos ido en evasión
al ver el terrible firmamento.
"¿Preguntaos compañero
qué canto os aliviaba,
qué era patria y amigo sincero
que al final llegaba?".
"Esa voz de dónde proviene
es tan distante que es de quién..."
"Voz oculta brama y viene
y triste por dentro en edén"
"¡Oh solo os puedo oír en el badián
susurrando en sonido vuestro,
os ruego que no seas huracán
y devoréis al peor siniestro...
Miedo a irme de lo briján
al ensueño de ser estro,
alma oscurecida truhán
vino a llevarse al cabestro".
"Os entiendo vate sultán
al temor de no ser muerto,
visto y entendido sin seros satán
no será roncal ya desierto...
podréis sentiros al cálido amor
en vuestra vida cortejando,
lloviendo al herbaje honor
al solo cantarle y solfeando".
"Arrepentido en vida anduve
pero ahora la ahorca envejece,
ya ni mi corazón sucumbe
y ni la mar a lo lejos ennegrece,
ni los prados son derrumbe
y ni mi cantar y andar enmudece,
soy libre sin postrera alma 
enamorado de la musa alegre,
oh gracias amigo que en calma
os vais y me dejáis ojialegre".
"Ventura tendremos a lo lejos
viéndote en las constelaciones,
recordad que somos añejos
que os mandremos pasiones.
No os rindáis ante un corazón
que dentro de él siempre amaréis,
porque lloverá una blasón
que ya en ello no lloraréis".
"A qué os referís con tal ternura
que por dentro decís a mi misma galanura?".
"Sé paciente joven romanceador
que al mundo pintáis con pluma,
entre vuestro libro del amor
con la música de afable espuma,
en vuestro paisaje de ardor
que ni hay esas mismas brumas".
"Compadecisteis a elogio de mi pura tinta
entre lo que hacemos los enamorados,
para bailar oh sueño sin infinta
a la pureza de los fieles amados".

La voz se aleja y va donde pertenece
dejando al roncal en su herbaje,
la musa de sus noches no emborrece
sino que escribe al amor del paisaje.
Inspirado de aquel momento pleno
que en su espíritu gritase amor,
si viese a luna clara y seno
del astro que a su fe es calor.
Solo en su refugio amando puramente
a la misericordiosa poesía,
abrazando y respirando simplemente
en letras a su hermosa alegría.
La describe en tal deidad
que es más epicúrea que Hera,
más suave que flor y divinidad
del reino de la primavera.
"¡Oh cabello aroma de rosa
que hoy noche respiro!,
piel de luna y honrosa
como clavel tenue que suspiro.
Ojos más inmensos que universo
pintados de astros rutilantes,
más imagino y llora el verso
por la beldad apasionante.
Criatura vestida de flores
y monte Venus en mirada,
musa va a los ardores
por ver a una misma hada.
Labios sonrientes que al aliento suspira,
anillos en sus manos sostiene y mi corazón le mira.
Quiere el mundo volver vesánico
oh al mismo estro de su quimera,
ah por diosa de amor volcánico
que en su amor es la misma Hera.
Viaja mi pincel al mundo desnudo
con frondoso céfiro de su cantar,
llano mi sentimiento crudo y mudo
por no saber si es mi amar".

Poesía que al joven en noche ama
a la imagen de una dulzura,
oh implora y amor clama
a que no viva solo y sea su ternura.
La naturaleza alienta un perfume
que el mismo astro manda a Hera,
y en su noche va y no abrume
su gimiente alma que espera.
"¿Qué estáis escribiendo?
¡oh romanceador de la musa triste!...
es a caso el amor pidiendo
entre el sueño de una efigie".
La voz viene detrás de él...
ahí está la magia,
él enseguida se voltea
y se da cuenta que es presagia.
"¡Oh lo que el compañero me dijo
que milagro tenía que venir,
y sois aquel amado acertijo
como Hera del dulce vivir.
Estuve días escribiendo
para una moza dama,
hoy es aquel ardor sintiendo
y que mis ojos ven en llama".
"Tranquilizaos poético caballero
que vos has enamorado mi corazón,
os leía desde mi hogar y no fiero
lo que vos decíais en la pasión.
Apasionaos más al rincón
de mi piel desnuda de santidad,
y regocijaos con besos e ilusión
que soñasteis de la soledad".
"Enamoraos más de mí amor
que a vos socavaré muy suculento,
abrazaos de mi fuego y olor
que vos es mía en aliento".
"Desnudaos y venid a mi primor
acariciando mis manos en felicidad,
quiero ser amada con la calor
en este lecho de poesía y melosidad.
Jamás fui idolatrada por Zeus
sque engañó ante muchos amores,
misántropo fue a pobre Venus
que me hirió en resquemores".
"Me encanta que por fin seáis feliz
a mis brazos dulce ternura mía,
no os fallaré diosa en cicatriz
porque viviréis en mi poesía.
Y no seréis como aquellas meretrices
que por la historia cohabita,
siendo tratadas en cucas infelices
como la misma Afrodita".
"A vuestros brazos hoy siento paz
entre esta libidinosidad creciente,
oh contemplo estrella fugaz
y pido que esto sea enteramente".
"Perseidas a lo lejos caen en luces
ante esta jocunda y hermosa unión,
es el astro quien manda bruces
para destellar esta relación".
"Enfebrecida mi entera piel
que os calienta y ama con amor,
y vos ardiente y dúctil miel 
con los besos que dais ardor".
"¡Ay criatura y adorada mía
que siento hoy tanto entusiasmo,
no os vayáis de mi lascivia
que hoy mojáis con orgasmo.
Sois tan tórrida querida vida
que me dejáis en pasmo,
no olvidéis que soy alegría
y que este amor no es un blasmo".
"Y a vos os gusta que os moje el ser
porque disfrutáis tanto dulzor,
que hasta vos a mí pulición dais en piel
que me dejáis en loco humor".
"Me gusta sibarita de mi deífico placer
que me acompaña unida a mi,
besadme los labios más mujer
que me quiero dormir junto a vos así".
"Más dulce que la voz de un ángel eres
que hoy siento en mi corazón,
dormíos y solo acaríciame al ente
así hasta siempre en la pasión".
"Tantas palabras o frases sin pleonasmo
sintiendo hoy ante el vasto querer,
abrazándonos desnudos sin sarcasmo
en esta musa sin entristecer.
¡Oh duerme junto a mi boca Hera!
sumergeos en mi hasta dormiros,
quiero eternidad a esta era
y seguir así ante los cánticos siglos".
"Nuestro futuro vástago a huerto eterno
viviendo de esta noche brillosa,
produciéndose sin el mismo averno
por amarnos a tan musa hermosa".
"Será así mi epicúrea Hera
por siempre amándote muy feliz,
cumpliéndose aquella quimera
sin ser mustia mi misma raíz".

Los dos enamorados de un libro de amor vencido,
pudo ir más allá que lo imaginario en su lecho,
despertando aquel idilio tan enfebrecido
que vivía en el fondo de sus pechos.
Logró roncal volar a la cúspide del cielo
y poder ser perdonado por aquel amigo,
su melancolía fue terrible en duelo
cual al final renace sin el castigo.
Consigue una diosa que esperaba
ante el amor de su verso de lira,
fue tanto el férvido en su alma que daba
que fue céfiro el amor sin ira. 
Sonrió tan contento al verla en su piel
por ser mandada por el astro,
donde despierta tanto en él
aquella bella relación que deja rastro.
Porque de una unión hay clavel
que en fruto al final es oleastro,
que todo es eterno en pincel
que pintó tanto amor sin lo castro.
Solo sintiendo su magia sin hiel
entre su liturgia de no ser poetastro,
sino buen joven dulce ante su papel
de su poesía de lo musicastro.