jueves, 14 de octubre de 2010


Mi vida melódica y amorosa.

La sinfonía es como mi sombra que me acompaña,
de la cual no puedo quitar de mi ser jamás,
ni de mi mente, por eso contigo siempre estaré
aprendiendo cada día más que pace virtuosa melodía
agitadora que no deja de sonar nunca en mi alma;
siempre está tatuada entre mis poesías que escribo
de tristezas, donde solo hallo terribles cenizas
carbonizadas en restos de dolor, y sin pasión,
y a veces otras son inspiraciones llenas de regodeada
alegría; que están tejidas en frágil hilo del corazón,
por ser tan vulnerable ese regocijo del amor,
que no sabes si puede envejecer o desaparecer
ese aliento de tu profundo ser.

Pero un poema es casi parecido en la clandestina melodía,
porque se relaciona a la alegría y a su tribulación,
pero sigue siendo una clandestina misteriosa sinfonía
de los que la oyen y le gustan oír su tocada quizás de pasión;
o quizás sea lamentablemente una historia de dolor
de la inspirada tocada que vive el compositor,
pero si la escuchas con verdadero amor la melodía,
sabrás su tocada si es una completa desolación,
o un indestructible cariño desde su introspección.

Así la melodía no te hable no te explique de lo que sucede
a través de su tocada ella poco a poco te hace sentir
en tu oído, en tus sentimientos de lo que es su composición,
si la oyes con infinita pasión desde el fondo de tu interior,
hallaras el significado de su armoniosa y correcta melodía
creada del compositor desde su alma con toda dulce ternura;
reflejado al amor que ama, como la amada indestructible del corazón;
se crea y florece esa sonata llena de ardor, y de inmenso querer,
así son los músicos y ese es uno de mis sueños que amaré
hasta el último aliento de mi boca, hasta el último palpado de mis ojos,
hasta el último movimiento de mi cuerpo, siendo un compositor
del piano que tanto toco en las tardes de mi vida, alentándome de esa alegría,
que calma mi alma, y quita mis dolores, es mágica y prodigiosa.

Cuando se toca con pasión cada tecla del amado piano,
hace sentir solamente millones de latidos en lo más profundo del corazón;
y sostiene el alma y la llena de felicidad, y comienza la nueva agitación del amor,
a la verdadera melodía sonada en el interior, enamorado por la grata historia
de la música y que es expresada con la más sublime gloria,
pero si la escuchas y descubres sintiendo
desde tú espíritu; será acariciada la tocada en amor,
o quizás tristeza de lo que sientas de la tocada ante tu interior,
es lo que va realizar la virtuosa melodía de la amada intensidad,
despertando sus corazones en alegría y mucha tranquilidad.
Solo pasa esto cuando cautivas al oír con fuerte amor
lo espiritual de la sinfonía romanceadora,
su sonido te hiciera temblar el cuerpo en cada momento,
ella por su virtuosa melodía creada y que retoba,
o revela sentimientos de la poesía trovadora.
Así son los poetas, están inspirándose en la melodía
donde ofrece regocijo y les llena de mucha vida,
pero en mi ser es otro sueño que voy alcanzar,
es ser compositor y poeta a la vez que sueño acariciar
en mi destino hasta el último suspiro de respiración,
ya todo concluido no quedaría nada solo mi nombre,
solo mi historia, desde el cementerio mis restos
serían mis poesías, mis sonatas y mi amor indecible
a toda esta pura pasión que calmara mi alma,
solo después de muerto que leyeran mis estros versos,
y oyeran mis sinfonías creadas con inmensa pasión.

Pero no todo habrá terminado porque estaré en el paraíso
junto a Dios tocando y escribiendo en alma con dulce amor,
mis melodías entre las nubes
y ante el pasto sagrado con plena inspiración;
mi vida siguiera ahí, y descansaría en paz al solo saber
que mi sueño fue logrado, por tener fe, esperanza,
y amor a esta indefinible vida de lo poeta y compositor.

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