sábado, 18 de febrero de 2012

Una noche del sahumerio apasionado.



Una noche del sahumerio apasionado.


Me estimula vuestro sahumerio
cuando apenas os acercáis a mí,
cuando os abrazáis de pecho a pecho
me hacéis vivir lo feliz,
porque sois aquel reino
al cual solo mi alma anhela vivir,
vuestro perfume entra en mis anhelos,
es tanto vida mía,
que me es una sensación oleros
que me dais ansias de vos afrodita,
estar de corazón a corazón,
de ojos a ojos codiciada mía,
desnuda vos y yo,
solos en la noche nocturna de alegría,
saber que sois mí amor,
así como el piano de las cuerdas de melodías,
y que no os alejaréis de mí olor
porque a donde vayas estaré en vuestra ida,
no os preocupéis que jamás pasará primor
por ser esa sangre que he consumido de por vida,
entre noches y alboradas del albor
amándonos desnudamente sin elegía.
Vuestro perfume entra y no me esfumo,
gran sahumerio que me da sensación,
sensación de mi cuerpo al tuyo,
ahí estando de corazón a corazón,
viviendo nuevamente con lo puro
que me mira de ojos a ojos de amor,
que brillan sus ojos de fortunio
y su piel suda por el anhelo de la pasión,
de su carne me lleno y me perfumo,
mi carne queda en su piel de emoción
y solo a su oído poemas susurro.
Dios nos ve y sabe que somos ese amor
que hasta hace sonar un piano más y más de murmullos
para alentar con una obra veinte siete número dos
de Frederick Chopeen de su poético nocturno;
llenándonos de lujuria e ilusión,
por andar entre una noche de lo pulcro
amándonos apasionadamente en el ardor.
Me gusta tanto oleros y besaros el cuerpo desnudo,
y me gusta que me améis vos,
porque siento que este será nuestro oriundo
donde nacerán proles de la copulación,
porque os entrego mi cuerpo desnudo,
y ahí a vuestro vientre daré polución,
y resplandecerá este querer hasta el firmamento por lo jocundo
por amarnos en lo vasto de la unión.
Y terminará de sonar en seis minutos
solo que la obra de la poética entonación,
es así de tanto fortunio
que amo a mi afrodita en la cama de la pasión,
saber que su piel es mía en este mundo.
Saber que soy su poeta,
saber que es de las palabras solo una,
y que es tan solo en las letras,
ella nada más que en la noche de luna,
solo que mi mundo en un: “Poema”
a ella definiendo inmensas ternuras,
oscureciéndose quizás los cometas
por absorber tanto de lo que deslumbra,
para poner a la poesía que es ella
y llenar de lo mejor en mi noche de locura,
que es solo que del universo las estrellas,
como de sus ojos que da holgura,
el reflejo de una deidad en belleza
que me incita entre mi noche de lujuria,
si amarte no es pecado y yerro
quiero solo amar,
si engañarte es infierno
ahí no quiero llegar,
pero si la santidad es solo querer a ese cielo
daré hasta la existencia con tan solo ahí volar,
y que sois aquel ser que canta como chelo
al cual oiré y amaré tocando con tanto amar,
sin dejar de hacerte el amor en el lecho
y sin dejar de saciarte en la eterna sed de mi arrullar.

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