lunes, 27 de febrero de 2012

el heroísmo y romance de una magia del sonar.




el heroísmo y romance de una magia del sonar.

Era una pareja de amor,
donde vivían el sentido de la poesía,
de música y de la pasión
entre su lecho fogoso ante melodías,
mientras él tocaba sentía ardor
por solo sentir la presencia de su querida,
mientras tocaba la polonesa de la opus cincuenta y tres,
solo con su mirada llamaba a su dama bienquista,
donde él con sus brazos la socavaba de querer
a su alma de deliciosas caricias,
solo amándola sin irse de ese ser
que solo amaba como un amor a una poesía,
no dejaba de tocar esa obra de la mayor,
mientras tocaba la consumía,
era solo que el divino compositor
que hacía magia en ese ambiente de alegría,
era tanto el fuego del amor
que sus ansias en la noche más crecían,
seguíais tocando de pasión
y luego la polonesa iba ser fantasía.
Dejasteis de tocar la modulación
y simplemente el piano cobró vida,
solo él sonaba de esa ilusión
para alentar a vosotros de esa caricia,
vivían con un férvido corazón
amándose de tanta sonrisas,
mientras os consumíais más,
más la noche brillaba de su ambiente,
mientras os queríais con tanta paz
el piano cantaba entre sus entes,
habían perseidas y estrellas fugaces
y él pidió mil anhelos,
había pedido que su amor fuese eterno romance
y así su corazón sería fuego,
se cumplía el deseo que arde
donde su mujer expresaba más enamoramiento,
esa noche se amaron a lo grande
donde su heroísmo era eterno,
así como de la polonesa apasionante
que sonaba en sus corazones de aquel lecho,
su piano siempre fue vate
y en eso fueron vosotros sin juegos,
donde os acariciáis entre la carne
sin decir adiós a lo que vivís de apego.

Eran una correlación tan de iguales gustos
donde los dos tocaban el piano,
estaban enamorados de los nocturnos
como de las obras de Chopeen de lo romántico,
así como de sus polonesas
que era el lenguaje de su mismo mundo en que vivían,
el heroísmo de un amor que revienta
ante el ardor de sus poesías,
no solo eran músicos en la existencia
sino también escritores,
entre ellos os escribíais su poema
de lo que sentíais de sus entonaciones,
cada día que pasaba eran etopeyas
de esa historia que tenían de ardores,
sin alejarse del mundo que aman de querencia.
Al pasar esa noche de su polonesa férvida,
durmieron entre la lujuria apasionada,
pasaron una noche de pasión eterna
donde fue una relación sincera y entregada.
Os levantáis de vuestro lecho,
que es el terreno de sus melodías,
y el hombre toca un romance largueto
que es de Frederick Chopeen de lira,
el segundo concierto para piano de aliento
que permite a que su relación sea más poesía,
la mujer no aguanta y besa a su pecho,
sus caricias de sus labios son sumisos,
el hombre queda solo ardiendo
por la cálida dama de su destino,
por tal música que tocaba del romance largueto
era lo que a la mujer le despertaba el amorío,
era tan hermoso ese concierto
que él expresaba pasión a su único idilio,
vivían de un romance de ensueños
que veros quisiera ir ahí sin martirio,
eran así aquellos poetas del momento
que se adoraban en su mañana de cariño,
sonaba imaginariamente chelos,
oboes, clarinetes violines de sonidos,
era ese santuario como el cielo
donde solo eran la magia de un delirio.
Eran hasta océanos y volcanes,
llenos de esa fuerza de amar,
eran así ante lo apasionante
que se agitaba en sus corazones de cantar,
era un mundo no despreciable
sino un mundo de solo fantasear,
habían solo óperas y cantares
en aquel fóculo de arrullar,
era fabuloso ver su tal arte
en donde se poblaba solo paz.
Se dieron cuenta que amar es más que el cielo,
que no tiene límite en la galaxia,
que es una magia que hechiza hasta el firmamento
por ser solo que romanza,
y que de todo ese universo
enamora a las estrellas y soles de alabanza,
por eso que poemas son aquellos alientos
ante una melodía de magia,
que hacen ver a otro mundo de sueños
como en ese romance de gracia.
Es así y siempre lo será,
sin poder el amor irse,
por ser ese gran romancear
que en su corazón existe.
Es así y vencerá
hasta que Dios abra sus alas,
hasta que se llegue allá
y se pueda entrar en almas,
solo que con ese entonar
de lo que es el piano de pasión amada,
solo que con ese arrullar
se llegará para la calma.
Es lo que todo amor espera,
es lo que un corazón anhela,
solo que ese mundo de amor
solo que con aquella condesa
para respirarla como flor,
sin poder irse de ahí,
y sin poder dejar de quererla,
por ser su amado vivir
que tiene en su corazón de poemas,
eso es el amor que llega simplemente,
como en el corazón que ama,
para la entrada esperanzadamente
sin llorar sino ahí amarla,
es y lo es apasionadamente
en su dulce remembranza,
que no olvidaría de su ente
lo que ha pasado con su dama,
que es esa pasión de sonidos tenues
entre la noche hasta la gloriosa mañana,
donde disfrutaron alegremente
sonriendo entre su relación de romanza.

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