lunes, 6 de febrero de 2012

El pintor soñador del alba.



El pintor soñador del alba.
En el siglo dieciséis vivió un feligrés pintor,
llamándose Annibale Carracci, de Italia,
pintaba hacia el mundo del amor
encontrando en sí mismo su alba,
por cuando despertaba en ese color
solo volaba en esa pintura con magia,
pintaba como si él estuviese en el albor
de las luces de los ojos de la romanza,
de Adonis ante una Venus de ilusión
queriendo rozar y amar con vuestra alma,
y las palomas significabais la absolución
por la libidinosidad que había en su cama.
Al verse que un semidiós de la poesía llegó
dejó lo lascivo y empezó a concebir a su llama,
dejó que esa carne férvida del poeta llenara de amor
para el paraíso de Venus de sus entrañas.
El mismo pintor cuando pintaba quiso poner a Cupido,
el símbolo del flechazo para aquella dama,
para aquella deidad del mundo vivo
y así se fije en el Adonis de figura romántica,
Carracci sentía la pintura como un escrito,
como si en él recitara palabras volcánicas,
era así porque era poesía y sonidos,
así como de un piano de melodía vesánica.
Os metíais tanto en vuestro surrealismo
que no queríais ver otra alba,
solo ese que os miraba de amorío,
y que os acariciaba de magia.
E incluso llegasteis a ser el adonis mismo,
diciendo en las siguientes palabras,
que vos dijisteis a esa deidad de cariño
y junto al bello mundo de vuestra cantada:
Adonis:”¡Oh bella mía que estáis tirada ahí!,
porque no mejor veniros ante mis brazos,
os quiero ver junto a mí
y así en vuestro pelo haceros unos lazos”.
Venus:”Del mundo en que viví,
ahora soy el arte de no sucumbir,
veis que vinieron palomas del cielo,
entonces entenderéis que sois mi fuego”.
Adonis:”os entiendo ojos de perseidas,
no quiero ocasionaros el terror,
vos viviréis en mi como un poema
yo mismo os recitaré con dulce amor,
nada vos miraréis de anatema
sino un orbe de mucha palpitación”.
Venus:”así quiero que sea,
solo contigo beberé de la copulación,
mi carne os calentará como cena
y sin saberos vos estaréis hasta el sol”.
Adonis: “sin el Cupido no hubiese destino,
sin el ahora andaría aún esperándote,
siempre os miré en la historia como un libro
al cual leía y vivía amándote,
pero os hechizó el Cupido
y ahora solo vivo anhelándote,
sois más que el zafiro y berilo
y hermoseáis más de lo que llevo imaginándote”.
Venus: “qué rico habláis en vuestros versos,
me llenáis de eso con dulzura,
me hacéis ver un mundo como el cielo
y quiero que me beséis ante mi piel desnuda.
Acercaos y respírame el cuello
devoradme sin alejares de mi lujuria,
seguro del espacio caerán destellos
así alimentando a nuestra noche de luna”.
Adonis: “me embelesáis mujer el cuerpo,
siempre fuisteis el sueño que esperé,
ahora os tengo ante mí pecho
sintiendo vuestra respiración y vuestro ser”.
Venus: “escucháis amado de mi seno,
tan solo que la música sacra de los dioses”.
Adonis:”si oigo proviene de los violines y chelos
cantando entre sopranos y tenores,
es tan dulce que me llega a dar inspiración
como a recitaros unas palabras.
¡Amarte será hasta que me vaya ante Dios
de ahí os llevaré con mis manos blancas,
cantarán más que ellos del amor
y emanarán al mundo de vástagos cada mañana.
Así como los que vamos a tener corazón,
siempre viviré para vuestra alma,
este semidiós que viste hoy de un blasón
el que os conoce y ama,
y que de su profundidad no os iréis,
sino estaréis junto a mi magia,
y que de su corazón solo amaréis,
así hasta que los vivos seamos la presagia
de que sois parte mía en que aromaréis,
y que no os apartaréis de mi hogar y llama”.
Venus: ”Os expresasteis mientras me acariciabais,
como si vieseis el futuro de nosotros,
os convertisteis en el rapsoda que solo marca
como a mi corazón y cuerpo de lo fogoso,
amadme entonces a mi piel que os idolatra
convocaos para estaros hasta en lo religioso
así como en esta noche que nos ama;
acercaos como si fuese vuestra fruta prohibida,
y robadme el corazón y mis labios con vuestra boca grana,
comedme querido con vuestra piel bellida
que ahí quiero sentiros toda la vida con ganas”.
Adonis: “Sois la pintura de mis ojos afrodita,
una beldad que solo a mi me da pasión encantada,
vuestra belleza solo a mi me excita
y hace que vea pianos y oboes en la noche diáfana.
Hacéis que vea polifonías y melodías,
acordes sonando con plena sonada,
cuando vos os acercáis con delicia
mostráis eso con increíble tonada”.
Venus: “Adonis siempre seré vuestra carne,
no veis que solo vos ahora me hacéis vivir libre del pecado,
me dais un mundo con vuestra piel férvida de arte
y seguro como dijisteis tendremos vástagos,
nada de anatema habrá en el romance
sino la luz de los ojos del altísimo sin lloraros,
sino volar entre manos a ese paisaje
y llegar con nuestro amor perpetuado,
si ya no pecaremos sino viviremos del bien,
llegaremos a ese santuario,
y besaremos ahí el desdén
y sin culpa de nada iremos con lo sacro”.
Adonis: “si Venus así será,
sois en mí corazón lo dúctil
así que será felicidad,
así haciéndoos el amor sin lo cursi,
hemos disfrutado de la rijosidad,
son momentos que amo,
es el aliento que me da paz,
a mi ser y venas de lo apasionado
y que no puedo de mi retirar”.
Venus: “ yo os amo en el cielo y en mi vida,
cuando habláis sois como la verdadera palabra,
decís cada cosa con voz tan querida
que solo quiero haceros el amor con tantas ansias,
que hasta me olvido de la poesía
y solo pienso en vuestra carne blanca,
me hacéis sentir que me dais alegría,
convertís a mí orgasmo en lava,
cuando solo os entregáis en la carne lasciva,
así me desprendéis mi magia,
que hasta suenan melodías,
es un arte que vos dais en la cama
y que no puedo dejar de decir que eres mi armonía.
Me hacéis ver siderales estrellas que cantan
vuestra voz es como si estuviese en el viento,
el cual vuela y a mí oído habla,
cuando metéis vuestras manos en mis senos,
mi piel solo pide más que llenéis de llama,
y de las nubes solo dan truenos
que suenan como si vuestro corazón de amor sonara,
es así de inmenso mis visiones de sentimientos
que estoy fogosa ante vuestra alma,
estoy llena de lujuria y deseo,
eres mi pasión a quien devoraré con mi lava
que son todos mis orgasmos de mi cuerpo”.
Adonis: “Me habéis dejado con tal locura,
que por eso que cada cosa que decís lo hago,
es ambrosía besaros con tanta ternura
que solo cuando lo hago me olvido de lo trágico,
eres un alivio cuando en cama amo,
eres la paz y el matiz de la pintura de lo mágico,
y de la vida sois el tiempo que me ha consumido,
que me ha absorbido para amar,
que se ha entregado para quereros en lo querido,
y que me colmáis de esa magia sexual,
sois tantas cosas en el ser mío
que si os digo todas las palabras,
llegaré hasta tres mil siglos
y jamás terminaré de deciros lo que eres en mi alma”.
Venus: “somos de la vida amor y ternura,
nadie verá lo que hemos hecho,
solo el pintor quien nos pinte en locura,
pero ahí sentiremos que somos el lecho,
sabremos que fuimos importantes en holgura,
y de pecado no por sernos tan eternos.
A veces siento que cuando ya no haya la tierra o mi ser,
como dijisteis antes ya,
pero todo esto será una huella sin fenecer
y ahí al mundo llenaremos de nuestra magia pasional,
hasta llegar al reino de Dios con nuestro querer
y viviremos igual de lo que amamos hasta el edén celestial”.
Adonis: “Así es mi bella diosa nuestra vida y nuestro ente,
contigo solo mi solución es estar hasta allá,
pero ahora estaremos gloriosos en lo felizmente
para que aquel paisaje nos dé más,
no habrá jamás un maltrato amor mío,
siempre os trataré con paz.
y de mi reino seréis el milagro bendito”.
Se hizo en mi pintura la realidad,
y que ahora aún en insomnio os acaricio de lo querido
y que os siento la piel de lo más magistral,
hay más que locura con vuestros suspiros
cuando me rozan entre mi piel,
os miro aún tan fijamente en lo que pinto
y es nuestro paisaje que empieza arder
así de un romance que tanto respiro,
que hasta en esta mañana pintando empieza a llover;
por ver una pintura a la cual me da idilio,
y que no puedo apartar de mi ser,
por ser tan solo que mi surrealismo
que hasta me metí a la historia sin querer,
y me di cuenta que amé a una diosa de delirio
y ella a mí sin dejar de besarme en mi tez.
Fue bonito mientras duró la visión,
pero qué hermoso fue amaros a esa mujer,
qué vesania viví ante el volcánico amor
que de esta pintura siempre amaré,
porque en ella estuve con tanta lujuria pasión
que de una paloma nació el perdón,
para la vida de una diosa rijosa,
pero de eso la alejé con el Cupido del amor,
y se llenó de mí con pasión maravillosa
y me dio tan solo que en una pintura lo historiador,
que no olvidaré de mi memoria,
y que será una de mis pinturas la de más inspiración
que haya tenido en toda mi historia,
que será hasta de mis ojos la fe de una relación
al cual me sedujo para estar de tanto aroma,
así con el ser de mi palpitación
que me dio solo eso aquella diosa,
que me hizo hasta cantar en el alba de amor
por haberme dado el pincel aquella luz brillosa,
y que fue tan divina y ardiente
que en ella me calenté de gloria,
que solo vivió ahí mi ente
para luego despertar en la victoria,
quizás pueda ser febril no tenerla
pero me es una pintura que da más que locura,
por ser en resumen las palabras de un poema
la que me hizo hasta escribir así en ternura,
que me hizo pintar los ojos de unas perseidas
que veía entre la noche esa diosa de dulzura
y me hizo ver tanto que la dibujé así de belleza.
A veces pienso si la tendré en el oasis a esa luna
para decirle que le pinté y que le escribí de terneza,
si así es o no la amaré igual en la fantasiosa noche,
para solo recordar la belleza que viví en un cuadro,
que fue una vida corta de imaginaciones
pero que de él disfruté hasta lo mágico,
me iré a dormir en esas ensoñaciones
que a veces resulta por lo vesánico
cuando sueñas en un pincel una vida de amores
por ser lo que da a vuestra alma lo amado.

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