domingo, 8 de abril de 2012

Pintor:"Qué ira entre mis versos explotados
que vuelan a través de mis tonos,
con el estudio opus diez número doce del piano
entre el movimiento del allegro con fuoco,
que hoy tengo entre mis lívidas manos
en su cántico de do menor del piano sonoro,
que hoy caen entre semicorcheas de lo lapidado
de la obra de Fréderick Chopeen de lo lacrimoso,
dando el apogeo de lo cabizbajo
al sentirme así en los tonos.

¡Oh vida cuando canta en las melodías
entre acordes con acentos!,
que las rozo entre la disipada dicha
en esta noche de tanto silencio,
sin entender el porqué de esa ida
cuando tan solo comía de su reino,
donde apasionada hoy es esta vituperada sima
donde siento el mismo tártaro o averno,
son diluvios que mojan a mi poesía
cuando recito en los mismos versos,
de las voces de esa vesania y analogía
que hoy entona de lo fugaz y pérfido,
con su ira y desbastada melodía
que siento en mi corazón de miedo,
sin entender porqué se fue la vida
si todo era flor y sahumerio,
tan solo hoy tengo una alma vorágine
que me consume entre sus ecos,
como remolino impetuoso de lo sonante
entre esta precipitación de los sentimientos,
cómo quisiera contemplar sus dos estrellas siderales
que fulgían al mismísimo cuerpo,
vestigios que hoy suenan tan infernales
en este campo tan solo de resentimiento,
con una carne álgida de lo vorágine
que vivo en esta vesania de recuerdos,
donde el piano anhela un arte
para sonar en tonos frenéticos,
magnificiencia fuese el romance,
cándido y totalmente que eterno,
espero entre estas melodías expeditas
que me conduzcáiz a un mundo nuevo,
que reviváis aquellas imágenes cuitas
y podáis retonar en un diferente reino.

¡oh mi siniestra recorre de lo brillante
ante las vastas melodías del estruendo,
tan apasionato de lo delirante
que me devora en él volcánico fuego,
con su allegro tan imaginable
que me hace ver el mundo que tengo,
desbastador en la noche cantábile
entre la espineta torrente de su apogeo,
diluviando aún a mi alma agonizante
que vuela entre valles desiertos,
ambiente fusco de mis imágenes
que en la obra yo presiento,
agonizando entre su torbellino apasionante
entre cuerdas y voces de lo mesto,
sin poder olvidar aquel desastre
que ocurrió de tanto energúmeno desespero,
donde siento ya terminar lo sonante
de este estudio que toco en lamento,
y donde su velocidad da menos combate
entre mi mismo mundo de poco apego,
done la poesía muestra a un vate
que pide a su aria de un milagroso encuentro,
sea donde sea su boato laudable
alada fuera por mis cándidos alientos,
entre mis composiciones fuera tan encomiable
cuando mi espíritu cante a sus dos zafiros destellos,
y suena en el piano en mis manos tan suave
y desminuyendo todo sus ecos,
la melodía callando ya su avance
para luego sonar rápidos acentos,
al ver la partitura melodías sollozantes
que se derrama al instrumento,
un corazón con tanto diluvio de mares
que caen de mis ojos y del vórtice sentimiento,
y donde termino de tocar la opus tan imaginable
de todo mi tórrido y fenecido devaneo".
Pasan varias horas y él se duerme,
despúes de haber tocado tal obra,
vio un orbe de un porqué que vence
a su misma alma de su misma deshonra,
¿será que va ser así siempre
el vivir de su vida en la vidorria,
o podrá conseguir lo que merece?
y así poder gritar en su mundo con fuerza:"gloria",
si fuese así fuera un arte que florece
ante un concierto de la historia,
que él sueña y que tanto seguro quiere
para vivir allá o en su mundo de odas.

¿Pronto su vida será cantar
o pronto será o no ese nacer?,
¿cuántos no han de luchar
y cuántos no han de florecer?,
pero su ambiente ahora está,
un compositor y se llama Beethoven,
toca una sonata número treinta y dos,
de su opus ciento once,
su adagio molto semplice e cantábile de do menor
en su ambiente solo entre acordes,
acompaña con esa obra de poco amor
ante su mismo loco y tétrico orbe,
tan lento suena en ese piano del compositor
ante el ambiente de sus voces,
donde suena tanto su patético corazón
mostrando parsimonia al hombre,
mientras duerme en lo soñador
de un milagro de su vorágine monte,
alienta a los árboles de gran color
y su música atrae del horizonte
a un cándido y diáfano ruiseñor,
acompaña ante Ludwig van Beethoven
cantando en esa sonata de pasión,
lo que era retorna en flores
por hadas que vienen con tanta efusión,
su música cambia entre sus eslabones
que unen a la libertad del dolor,
muestra un poco de sus visiones
que hace en su música de amor,
tan suave y ligera en su entonces
donde el hombre aún sigue dormido,
canta y canta su fóculo de voces
por la teúrgia de su ser bellido,
el auge se da por hadas y cantores
que dan ante ese aposento de lo querido,
y sigue sonando su piano de imaginaciones
que muestra una paz que no se veía,
muestra tanto que cuando la oyes
solo os dais cuenta que es poesía,
donde es su sonata una caricia de roces
que van en cantos de sus notas enigmas,
son tan secretas en el piano ocre
que toca Beethoven de lira,
solo su música muestra un orbe
donde su recitación es una vida clandestina,
ante lo más fondo del piano de bemoles
que salen de las cálidas cuerdas vivas,
y donde el universo da sus soles
para iluminar a su fóculo de alegría,
tanta beldad hay en su toque de ardores
que muestra ante el hombre en su sueño melodías;
no había tales e increíbles visiones
que hoy ha mostrado el índole pianista,
que hace a lo inmenso del horizonte
llover en lluvia bendita,
y donde el compositor de la naturaleza
derrama diluvio de palabras tan bienquistas,
dando a su mundo la noble y dócil simpleza
entre su recitación de su música y poesía.
Beethoven:"¡Oh un estimable pintor sufre!,
¿será que habéis sido un pecador maldito,
o quizá hubo un Deus que os da lo lúgubre
para que os merezcáis eso de lo cuito?,
o no conocer aquel Domine las luces
que os falta en vuestro orbe no bellido,
pero no sufriréis más esas cruces
porque si vivís con un corazón digno,
podréis veros al sol en una cumbre
y amaréis al aliento no mezquino,
pero si no os despertáis no me oiréis
y no sabréis que os acompaño,
pero si me veis ya entenderéis
que podréis tener un buen salmo,
y ya vuestra cúspide visión veréis
con un mundo grato y esperanzado,
y ya ese estudio que tocasteis
no será sino flor desde el santuario,
así esta sonata sea no feligrés
podréis pronto ante un aire salir ganando,
soy Beethoven fuerza de la naturaleza,
despertad os digo ahora,
o sino os despertaré con forma violenta
y yo mismo os haré ver la misma mazmorra,
debéis ser fuerte en los anatemas
y así será solo que la digna parsimonia,
no hay que caer en un vacío de deblas
porque yo mismo he salido a la gloria,
aún siendo sordo en la vida patética
pude seguir con triunfo y victoria,
pude solo acariciar a mi amor su belleza
cuando la esperé con ansias en la gloria,
porqué vos no ha de ser férreo en la tierra
y seguir sin lágrimas tontas,
o sois un pintor tan estúpido que ni gana guerra
y solo preferís sucumbir en la historia,
ved mi espíritu que hoy toca en terneza
y amor a vuestra salvación que se exhorta,
o sois un pintor que ni sabe ver la querencia
entre un surrealismo que de más aroma,
entre una pintura que de más poema
y pueda ella en el silencio cantar en su historia,
así sea un pasar mesto de su pasado que mella
para luego salir a una lluvia que roza".
El hombre escuchó todo y se despierta,
Beethoven al verlo en el fóculo despierto se alegró,
Beethoven sigue tocando las melopeyas
y dice las siguientes palabras el pintor.
El pintor:"Escuchadme vos ni sabéis que es el vivir,
así que vos no vengáis con vuestra música,
vos no tenéis el derecho de tratarme así,
solo tengo en la vida una liturgia,
y ni tu ni Deus me importa a mí,
aquí nadie conoce qué me pasa,
nadie entiende una sola palabra,
solo muero si quiero morir
y si así es dejadme llegar ahí,
os pido que dejéis de tocar ese sucio piano,
no os permito que hagáis más sonidos,
me tenéis tan mal que me dais escarnio,
iros de una vez de mi sitio,
o no entendéis vetusto bastardo,
que mancháis mi poca paz de lo vivido
por vuestra sonatada que solo dá asco".
Beethoven:"Vos os habéis pasado,
a mi nadie me habla así,
y no me iré de aquí al santuario
porque yo vengo con un fin,
soy la voz de un cielo sacro
que viene a elevaros a ti,
o no habéis visto a los sopranos
que son las hadas que cantan a ti,
ruiseñores con recitados salmos
que dicta hoy aquí,
si os traté mal fue para que despertarais,
para que vuestra vida sea firme,
no para que os moráis
sino para que se os quite esas cicatrices".
El pintor:"Perdonadme entonces,
no sabía que vos erais aquella magia,
no sabía que ibais a cambiar en efusiones
de lo que mi vida se trata,
me siento como si hubiesen ciclones
destrozando a miles de galaxias,
siento mi alma en otros rincones
que se va de la vida disipada,
necesito un aire de voces
que me ayude a vivir en la morada,
y de la pintura tenéis razón,
debo hacer una que me de lo que vivo,
será una noble y diáfana pasión
que pintaré con todo cariño,
y disculpadme por las ofensas,
vuestro piano no es un asco de sonidos
sino un lenguaje que enseña
como a mí ahora que os oigo de lo bendito,
y que bien tocáis las melopeyas
que salen de vuestro corazón encendido".
Beethoen:"Así es y os perdono amigo,
tranquilo ahora pintor,
vos tendréis un mejor paraíso
y una vida pronto y salvación,
no dejaré de tocar hasta que termine
y os lo aseguro que os gustará,
es tan grácil esta pieza
que de seguro pasión gritarás,
todo en mi veréis diferente,
un mundo de arte y de paz,
todo será un cielo
y de pura solemnidad,
no habrá más truenos
sino un orbe que solo cantará,
y más con estos amigos presentes
que aquí acompañan de lo magistral,
todo os aseguro que será bien
y donde todo en mi hallarás,
aprendizaje y amor
y aprenderás a cantar,
podréis descubrir la magia de un piano
a través de mi sin reglas,
vos os transformaréis en el cantor
en mi analogía que soy de la naturaleza,
podréis componer hasta que contempléis
al célebre mirar de mi magia eviterna,
forjaos a mí poder único
y nada será en la vida tormenta,
os lo prometo dentro de mi
que así será en la vida bella,
soy la experiencia de la locura
que hoy ha llegado a vuestra altura,
solo así soy en el amor
cuando se trata solo de una dulzura,
como la música eterna de mi candor
que hoy reconozco y toco de holgura,
ente esta diáfana y noble sonata
que despierta tanto su hermosa teúrgia,
pronto los ósculos sentiréis
de aquel templo de liturgia,
ahí vos socavaréis en su dos diademas
cuando miréis de ternura,
un cielo de paz veréis
cuando lleguéis en toda lucha,
más cuando hagáis ese cuadro de fe
podréis mirar a lo que en piano capturas,
así será una obra de más querer
cuando consigáis la magia de vuestra figura,
os lo aseguro que así será
y solo la magia os mirará con música,
os lo digo en este ´fóculo de vida
que en mi hay palabra y lucha,
no soy aquel espíritu que se irá
sino que hoy vive y siempre os cantará,
ante la nobleza de las hadas
y ante el perfume de mi cantar,
ante el dulce ambiente que se contempla
por tal amor que doy de verdad,
no llegaréis a vetusto conde
sino de pintor a un cuadro de paz,
habrá locura y fe en Deus que es
por verme aquí ante vos,
así todo será
por tener la magia ante mi sonata de amor,
sé que haréis caso a mis palabras
porque ya habéis visto una diga explicación,
más si son en dulces cantos
y ante el piano de gran dútil modulación,
no una existencia efímera que os toque
sino un eterno vivir de la pasión,
será pintor y será ante las melodías que toco
con tal amor y con tanto

No hay comentarios:

Publicar un comentario