miércoles, 11 de abril de 2012

El poeta compositor y la damisela




El compositor y la damisela.

Hoy de noche y afuera solo llueve,
solo y solo tocando un andante lagrimoso,
de Franz Liszt número nueve
y sintiendo un diluvial lacrimoso
entre cascadas de mi presente,
solo sobre ese lúgubre tono
que hoy a mi imagen se asiente,
dando a mí de lo quejoso,
esa armonía poética
y simplemente que religiosa,
hoy al tocar esta pieza
que a mí me da congoja,
viendo caer la tormenta
sobre mí en esta noche loca,
y que me doy cuenta
que son injustas horas,
que hasta siento frío
por ser el destino pérfido,
fóculo casi fallecido
y un alma solo de tedio,
otros cantan tan bellidos
y otros en un piano sin remedio,
siguiendo en mi lo compungido
y la vesania de mis alientos,
aunque suene esos sonidos
reflejan mi momento,
campo de animales fenecidos
y campo de hogar de necio,
océano sin su mar infinito
y volcán sin más fuego,
Dios sin almas en su paraíso
y un demontre feliz en el duelo,
árboles si tener luz y rocíos
por la desaparición de los truenos,
un orbe enteramente cenizo
y unos acordes llenos de miedo,
gris mi imagen en fuego rojizo
cuando toco de desespero,
así es por dentro el sonido
y mi completo sentimiento,
tan solo necesito un suspiro
y es de aquel sueño,
quiero conocer sus ósculos queridos
que vuelen a mis besos,
sentir así un mundo no mezquino
sino alegre y más que poético,
pero no hay nada en mi vacío
y solo aquí siempre vuelvo,
otra vez vuelvo al mundo maldito
y a mis pasiones que quiero,
sé que Dios dio mi sentido
pero no entero,
son tantas cosas en el cariño
que os falta lo más etéreo.

Hoy aún de noche y con locas pasiones,
y ya no llueve afuera de mi alcoba,
solo tengo el piano de bronce
y dos magníficas obras,
refleja el cielo lo que es mi garrote
entre mi alma a Dios de pobra,
pidiendo un milagro de iluminaciones
para que nazca y, no deje sobra,
pero siento que soy uno de los compositores
que hoy existe entre la zozobra,
quizá unos vivieron de ese derroche
como hoy a mi alma que ni a Dios cobra,
quise tanto a la imagen de mis ensoñaciones
que ni ha parecido, ni Dios escuchado,
solo tengo son mis composiciones
y un sensible llorado piano,
necesita a una damisela en esta noche
para solo ya apartar lo despoblado,
ya tantos siglos sin ese roce
que no me deja vivir de lo apasionado,
aunque tenga mis músicas de amores
no puedo vivir sin estar ante un amor sacro,
una matrona que el chelo toque
y que me acompañe a mí en el piano,
pero ¿dónde he de oír esas voces
para que acaricien a mi costado?,
la soledad es un languidezco que os destruye,
pensáis en estar en la espera de un amor,
pero no aparece y son inquietudes
en el cual vivís de terror,
y sigo con esa obra sin luces
por mi campo y morada de resquemor,
me importa si así escribo
solo sé que siento mi sentir,
nadie podrá nada decir
porque este es mi alivio,
aunque no se sienta
es aquel aroma que respiro,
tocando a esta obra poética
entre lo religioso de mi corazón partido,
siguen acordes y melopeyas
en la escala de la partitura,
son el lenguaje de mi vida plena
y nada más que mi gemebunda locura,
y aún no dejo de tocar,
solo siento un existir cegado y de suplicio,
tanta visión de la fealdad
que hoy me ha hecho daño este sacrificio,
por solo tocar una obra letal
que había en la noche decidido,
no sé si pueda resistir más
o pueda que Dios me haya visto,
será que eso me mandará
y así la obra sea por fin Cristo,
¿será que en el allén de la santidad
haya podido percibir mi destino?
¿así de hiel mi entonar
para renacer en un paraíso?,
y olvidar tan solo el tronar
y recibir lo que tanto suplico.

Dios de la bondad y de la espera,
donde vuestro hijo perdonó al ladrón,
donde dio paz a una ramera
y que su muerte fue nuestra salvación,
no abandonéis a mi anatema
y dadme el anhelo más fuerte de mi corazón,
os aseguro que será ella mi poema
y el aire que en vuestro nombre de amor,
que veré tocar el chelo a la diadema
y a dar tanto a mi piano de esas perseidas fulgor,
siento tal inmensa tristeza
que en este eco de sonidos vivo de dolor,
Dios si pudisteis hacer eso
no dejéis que hoy fallezca,
este sonido que mata en el seno
y siento morir tanto mi noche fresca,
sin nada que me haga férreo
entre mi alma y espíritu de maleza,
creéis que podré soportar más esto
que me tortura en lo que mi alma averna,
no puedo más vivir este sentimiento
que ni acaricia a un amor,
sé que tengo el arte de ser un músico
pero no un compositor en alma triste,
quiero contemplar lo místico y dulce
para que renazca mis agonías febriles,
creo que si me dais beatitudes
podré sentir que soy hombre libre,
así como de este mundo sin luces
que veo en mi alma extinguible,
que solo recibe espadas y cruces
en su orgullo más que sufrible,
no hay un paraíso que huela en mis virtudes
y pueda salir con gloria firme,
no a un orbe que me da lucha,
que me hace sentir tan solo,
hazme sentir la ternura
y solo podré sentir lo hermoso,
por fin la armonía que aún no abunda
entre mi sonar de noche,
quiero algo que me de dulzura
y la paz de los cantos de los acordes,
así como de este andantino lagrimoso,
que salga a un nocturno feliz de mi noche,
a algo mágico de lo hermoso
y así sentir miles de voces,
ver a mi amada en ese chelo brilloso
tocando de pasiones,
que me ama en ese chelo sonoro
y que me mira con ojos de pasiones,
que solo sienta que soy su amor amoroso
y su vida eterna de su orbe,
no quiero más perfidia y horror
que destruye mis sensaciones,
mi esperanzas de mi corazón
y lo deja en ceniza en los acordes,
si me dais eso seré tan feliz en la nación
que amaré a esa reina con dulces flores,
que cantaré con tanta pasión
sin dejarla de amar en mi pecho y ardor,
mandádmela por favor
y os juro que tocaré ante vuestra dedicación,
vos seréis más que mi curación
ante mi sendero de adoración,
quiero vivir en la vida feliz
no quiero más anatema en mi,
quiero gritar gloria
y quiero vivir con el alma que mi ser devota,
anhelo ese paraíso feliz
y todo será en mis sentidos violín,
chelo y amor de esta noche nocturna,
todo será más que un cántico querubín
por tener a una hermosa dama de ternura,
quiero hoy apartar mi cicatriz
que me clava tocando este piano de locura,
que me clavo y desangro por lo infeliz
entre mi noche de tumba,
por favor dame mi salida
hazme volar a ese paraíso,
donde son sus ojos y su vida
y que dormiré amando sin martirio,
ved que soy un alma que sufre
y que en esta noche solo dolor cobra,
sin necesidad en mi arte de cruces
que me dan al alma con derrota,
oh mi Dios escuchadme,
no veis que no quiero más esto,
digo tantas cosas con lo delirante
que he dicho tantos tristes versos,
en esta noche de palabras cantables
y con un corazón de miedo,
de tantas repeticiones de palabras agitantes
que vivo en el piano de lo tétrico,
y no me importa ser así en el alma
porque viviré así entre lo que espero,
sintiéndola con toda mi poesía sacra
que ofreceré amor eterno,
que solo la besaré con mi pura magia
para hacerla sonreír entre mi apego,
fuera un mundo de dulces tonadas
si tuviese su amor que anhelo,
fuera todo en canto de magia soñada
si besara su divino cuerpo,
fuera así un mundo de más estrellas diáfanas
rutilando ante nuestros ojos de fuego,
que por la pasión estallaran
si vos me amáis y venís de enamoramiento,
fuese todo violín, chelo y balada
si os entregáis a mi cuerpo,
cantaría con tanta pasión vesánica
si tan solo tocara vuestro aliento,
vuestra dócil espada
con mi lengua entre muchos besos,
y donde termino la obra de pasión esperanzada
para sentiros nada más a vuestro eterno aliento,
para que me haga feliz en la llama
que explota un volcán de muchos fuegos.
Y tocaré mi segunda obra en la espineta,
tan solo que el nocturno número tres de la composición,
de Franz Liszt con plena entrega
por tener al valioso y dandi amor.

“El hombre quedó tan angustiado,
y Dios ennobleció a su espíritu de ese anhelo,
mostró a aquella damisela en el piano
y el hombre estaba durmiendo,
el hombre tenía lágrimas rojas
por tal dolor de su sentimiento,
y se había manchado su cama de rosas
y su mundo de tanto sufrimiento,
la damisela se acerca,
él no se ha despertado,
la mujer hermosa como una diadema
le despierta el chelo tocando,
cuando solo él oye esa cadencia
no cree que ahí esté lo menos imaginado,
y lo prometido es deuda
así que el compositor toca el piano,
la obra que había dicho de promesa
ante ella en ese fuego enamorado,
él a ella viéndole de la espineta
y ella sonriendo ante sus ojos llorados,
era tanto la alegría plena
que eso sentía en su corazón amado.

Damisela(aparte):” Tocaré y le gustará,
sé que me amará inmensamente,
porque su corazón mío pronto será
y mi ternura compartiré alegremente,
de seguro mi alma y cuerpo tendrá
y la ilusión de su ente,
todos debemos ser la paz
así como sus rezos tan tenues,
tan sensibles del amar
y tan entregados de lo que siente.
(Damisela toca el chelo del amor
y el compositor se despierta).
El compositor:”Qué milagro mis ojos ven hoy,
sois mi sueño de la vida bella,
¿puedo deciros mí amor
y mi querida amadísima damisela?,
vos qué dandi tocas de pasión
que me encendéis a mi silueta,
sois una obra de la efusión
que hoy a mis ojos dejas.
Si supierais cómo he querido esto,
cómo he soñado con una damisela,
que toque tan solo el chelo
y que me mire con ojos de condesa,
sois tan hermosa como el cielo
y tan clara como las mismas perseidas,
sois una iluminación en mi aposento
que hasta veo afuera el mundo de nobleza”.
La damisela:”¿jamás creísteis que viniese?
pero hoy me tenéis y me tendréis,
escuché vuestros rezos de frío nieve
que caían de vuestro entonar,
de aquel andante lagrimoso que ni pierde
porque hoy seré tuya hasta lo inmortal,
El compositor:”no puedo creer que así florece
mi vida y por fin mi tempestad,
me hacía tanta falta el milagro que vence
ante mí y mi entera felicidad,
amadme amor y jamás habrá zozobra
todo será música y lo feliz,
nada más que mirándote a los ojos de diosa
sin ser mis escritos y palabras lo infeliz,
toquemos aquella obra,
el sueño de amor de Franz Liszt,
el opus que prometí a Dios de honra
y a vos que entregaré de tanto vivir”.
(Y tocan los dos, juntos ese sueño de su amor)
Damisela:”Sí así es amor de mi alma,
todo en esta obra que siento en el chelo,
acompañando a vuestra cantada
de la melodía en el piano de sentimiento,
con este Liebestraum de pasión mágica
que nos acaricia de tantos besos”.
El compositor:”sí de tanta pasión vasta
que al verte hoy el mundo es nuevo,
todo se matiza y se canta
por este amor que renace de fuego,
que al veros del piano es magia
y fuerte ilusión de mi pecho,
por estar vos aquí en mi alma
y acariciando con esos tonos de vuelos,
que vienen a mí de calma
e igual que en el piano de apasionamiento,
es un amanecer ya de pasión ganada
y un Dios que es benéfico,
que hasta llora el piano de lágrimas
por ser tanto mi amor poético,
que no creí y que es llama
las notas que vuelan de los instrumentos”.
La damisela:”Es así de amor que encanta
por la belleza de vuestros versos,
vos os inspiráis con tanta magia
que a mí me tenéis de enamoramiento,
sois tan vate y compositor
que hoy ganasteis mi alma y cielo,
sois el sueño de un amor
que hoy ha tenido su lamento,
son muchas palabras de mi corazón
que ni se refleja en el firmamento,
son tantos tonos en latir la médula,
las cuerdas de su mismo seno,
y que nada es invierno ni crédula
en el mundo de los infiernos,
seremos la luz de Dios sin anatema
y el mundo que esperasteis de lo tierno”.
El compositor:”!Oh amor mío, vida mía!,
¡Oh pasión que resucitó a mi orbe!,
¡oh mi ilusión bendita!
y que amaré entre mis composiciones,
¡oh os parecéis tanto a una afrodita!
que veros en el chelo son bendiciones,
¡oh son tan sinceras las palabras querida!,
que hoy tenéis a mi corazón y acorde,
os siento tanto como un alma que brilla
cuando rozáis las cuerdas con ilusiones,
y yo me miro tan igual de maravilla
por estar vos viéndome y sonriendo,
me hacéis tan feliz a mi vida
que seguro vos tocaréis siempre el chelo,
la imagen de mi pasión que excita
mirándote tan deliciosa como alimento,
ahí con vos mi hermosa delicia
que sois de ojos como el universo,
con una piel tan nívea
y con un cabello tan igual que el rojizo cielo,
y que tenéis un atuendo que brilla
como los ojos de Dios del reino,
sois la imagen de su belleza no cuita
que hoy tan solo quiero,
y que mientras toco las melodías
rozo vuestros senos,
acaricio vuestra carne sumisa
y consumo con besos,
no deja de sonar las armonías
y ni voz en el chelo,
nos encendemos de alegría
sin dejar de agitar el sentimiento,
nos amamos mi vida
y somos el amor de un sueño,
somos tantas cosas amada mía
que os hago el amor con todo venero”.
La damisela:”Os entregáis tan dúctil,
que hasta mi ser era toda doncella,
habéis quitado lo núbil
y habéis dejado a una mujer plena,
soy ahora vuestra mujer
y vuestra amada damisela,
que os amará en el sonido de querer
y en la pasión entera,
tan copulados estamos en el ser
que siento todo en este coito pleno,
es tanto la pasión del tañer
que hemos experimentado un arte entero,
algo que va más allá de este anochecer
amándonos en el hermoso lecho,
ya no hay lágrimas rojas de entristecer
si no hay mantas de rosas de aliento,
hay el amor perfumado
que damos de nuestro enamoramiento,
no hay nada en lo contristado
sino aquel amor que tenemos,
así es amor mío,
sí así es mi ser bendito,
la música es algo que no entiendes en su idioma,
solo canta el sonido que es,
y él nos recita en voces locas,
y somos nosotros quienes hablamos en estas horas,
somos esa magia que vive y da sombra
a los lugares que falta vida,
somos aquella luz asombrosa
que renace de la melodía”.
El compositor:”Qué bonito habláis amor de mi vida,
solo quiero deciros que te amo más que lo imaginable,
no sé qué inmensidad tiene esa poesía
solo sé que es amor delirante,
que está llena de caricias
como un volcán apasionante,
por vuestras palabras bienquistas
que dais a mi ser enamorante,
que está de ti hoy amada mía
por el sentimiento que tanto nace,
que se viese en la galaxia infinita
a nosotros dos en imágenes,
amándonos entre la dulce lira
y de este nocturno de romance,
así será de tanta armonía
que nos socavamos con tanto amor hechizante,
que hasta Dios magia nos da de agua bendita
para que sigamos en la relación fragante”.
La damisela:”Vos igual decís mucha lira,
él único hombre del romance,
dueño de mi sentimiento que grita
yo te amo hasta lo imaginable,
y ya vuestra ida no será fantasía
sino real porque me tenéis a mi carne,
podéis escribir composiciones de alegría
porque yo seré el sueño real que esperaste,
nada lejano ni luctuoso,
hoy será vuestro corazón maravilloso,
nada de ira en el amor,
hoy será y por siempre más que eterna pasión,
vivimos juntos de fortunio,
hoy y siempre de efusión,
donde ofrecemos un matizado mundo
en el fuego de nuestro ardor,
porque dormiremos en lo jocundo
y porque tocaremos más de amor” (le dice buenas noches)
El compositor:”Siempre nos besaremos de lo profundo
y crearemos nuestra historia en la composición,
aunque en ese sueño de amor fue lo pulcro
que renació a mí tétrico corazón,
y que terminamos de tocar de lo puro
que sentimos en el lecho de gran amor,
y porque vos apareció en el bello mundo
que aromó de tanta estupenda definición,
y mañana despertaremos de más cariño entre oriundos
por el fuego que tenemos hoy de música y copulación”.(le da un beso, un abrazo y se duermen)

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