jueves, 14 de noviembre de 2013

Una noche de encendida pasión para escribir.

Una noche de encendida pasión para escribir.


 Ay mujer que de milagro la vi10
Y en mis manos llevaba un desayuno
No se imagina cuán ansias sentí
Para probar de su beso oportuno,
Mi memoria tan solo recordó
Que igual pasión había conocido,
Entre los poemas que él escribió
En aquel pasado y ha renacido.
 Es la figura que había esperado
y dar ese amor que estaba perdido,
sólo más ante su piel consolado
Podré decir que eres mi amor cumplido,
Que en él nadie puede ni Dios juzgar
Solo su querer sabe a dónde ha de ir,
Entre camino caricias a dar
Y ni en su lecho si quiera partir,
Seguir amando a flor de dama hermosa
Donde en tierra perfuma olor de amor,
Y hace retornar en alma  amorosa
Y brindar el mundo del soñador,
borra así la elegía lagrimosa
Del poema al no haber visto dulzor.
 Así de fuerte es cuando yo te beso,
Tanto le imagino en mi corazón,
Ere una magia de tal embeleso
Que hasta olvido si quiera mi razón,
No más que en sus ojos futuros veo,
Veo aquel mundo de nosotros dos,
Y en toda locura de amar no reo
Sino afable de esta unión que dio Dios.
 Más que unidos que agua y sal de la mar,
Y Una romanza jamás se aniquila.
Solo el poder de este exquisito amar
Se vivirá de vida muy tranquila,
Mañana he de volver a verte bella
Cuán anhelo me eres oh en mi vida,
O llorado sueño en ruego doncella
Para estar en mi cuerpo consumida
A besos, abrazos, y de caricias,
Desnudos en aquella habitación
Lleno en cópula unida y avaricia
De un romance en fuego de fiel pasión,
Contenta y gustosa a todo mi olor
Entregada tu plenamente a mí,
Soñando despierta sin el temor
Y confiando quien es más que de ti,
En ese arrullo de abrazos tan justos
Rozando su carne más que encendida
 Y así hacia ancianos o mismos vetustos
Juntos en una relación querida.
 Más qué amor puede ofrecer su fiel Rey
Quien más escribe ante Dios y a vos paz,
 Oh reina que complacéis vos la ley
De la fidelidad que es eficaz,
Y seguirá siendo más dulce miel
Cuando beso con mi amor eternal,
Por perfumar mí cariño oh clavel
En su amor siento, meloso inmortal,
Que se vive y no, no se extinguirá,
Ya que tu tomas mis manos de ti,
me llevas a un hogar que me amará,
del sueño de todo poeta en sí,
sino la vida no fuera valor
prefería infierno del Lucifer,
y ya no seguir la vida y amor
y olvidar la ternura del querer,
contento estoy que des aquel calor8
que hagas soñar a mi llorado ser,
que brindes un mundo de tal pudor
así sagrado como tu mujer,
y me despido mi amado candor
que sentí esa vez su cuerpo en pureza,
que aún respiro aquel dúctil sabor
y más que siento su delicadeza,
aquí a ti unida rozándome ¡ay flora!,
tan elegante me besas que sueño
y mi alma no llora sino ora ahora
para volverte a ver como aquel dueño.


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