Después que mi iba
lejos de ti, mis actitudes quisieron dar rumbo ante otro gesto, de sorpresa.
Salí temprano en la madrugada para verte, llevaba en mis manos una bolsa oculta
de un regalo, quería que lo vieras con ansias, sin saber qué podía pasar, llegué
temprano a su universidad, esperé afuera de la entrada, hasta que el tiempo
pasó y pude entrar, subí a su salón, corrí, no había nadie, entré a su salón,
recordé cuando estuve ahí, veía las imágenes de antes, y cuando la vi, de ojos
a ojos, cómo olvidarse, no sabía qué hacer estando ahí, quise hacer algo que
cada vez que entraras siempre lo vieras, mis ansias, fue escribir en locura en
la pared, tu nombre, y un corazón, te amo en cada marco del salón. Me salí, me
fui a otro salón, no sabías que estaba ahí, cuando le digo por celular que en ¿dónde
estabas?, que estabas llegando ya a la universidad, sin pensarlo de inmediato
le dije: “le parecerá loco pero estoy aquí en el piso de su salón”, preguntaste:
¿para qué, qué estaba haciendo ahí?, se sintió extraña, no pensé que así ibas a
reaccionar, ”le quiero dar algo, sube”, no querías, querías saber qué era eso, le
dije: una sorpresa, me preguntó nuevamente: ¿qué sorpresa?, “es un regalo”, se
enfureció y respondió que “no me gustan las sorpresas, vamos a tener que tener
nuestro espacio aquí y vernos en otro sitio”, le había asustado, querías que se
lo diera a otra chica, se sintió mal, no supe que iba ser así de terror, tuve
que irme de ahí, me sentí destrozado. A la tarde o casi noche ya me escribes,
no respondí, y al rato más tarde escribes enojada, de qué sucedía conmigo, hasta
me dijo no se acuerda lo que charlamos el miércoles, y haces todo lo contrario
hoy, Al día siguiente me escribió temprano, preguntando como estaba, no le
respondí nada, y a la noche me escribes ¿porque no escribes ya no me quieres?, “mañana
en la universidad te darás cuenta, pero no que voy a ir”, ¿cómo así? respondió,
respondí: “tengo que comer no he comido nada”, Reaccionó, ¿no me habías dicho
que íbamos a salir, o a la playa?”, respondí: ahora en mis días libres veré qué
día puedo, pero mañana se dará cuenta lo que va pasar, “¿porqué me tratas así?,
me estás asustando, ¿me estás amenazando?”, se sintió mal, y de último me dijo:
me siento acosada en verdad, y no escribí más. Pasaron dos días sin saber de
ella, destrozado al no verle, sintiendo porqué pasar esto, quise darle su
espacio, no quería rogar, y ni pude trabajar, no queriendo que el tiempo me
consuma vivo en lágrimas que aún no habían caído por segunda vez. El lunes me comunico con un amigo de la universidad, y
de repente al rato un teniente me atiende y sin saber quién era digo mi nombre,
y me habló fuerte, que si yo había amenazado a una señorita de un salón, qué
era lo que iba hacer, que no me acercara más. No pude vivir bien, sentí que
ella había sentido miedo a mí, temor, por eso se había perdido esos dos días,
quedé peor, y lo que tenía en la mente era quizá escribirle a ella, que no era
como lo había sentido, que era lo que escribí antes ya, no me respondía en el
día de ayer, y un mensaje recibo del
amigo de la universidad, “qué es lo que ha pasado, ¿cómo es eso que estás
amenazando a una chica?, respondo, “no es así, para el día jueves había llevado
un regalo para ella”, ella es mi novia si se podría decir, quería sorprenderle,
y sorprendido fui yo, con rechazo, pero ante desprecio mi ser se sintió mal, y
le digo: “escribí te amos en aquel salón para ella, y que nada malo le haría
porque la amo, no quiero perderla, trata de charlar con ella, así como lo
sientes en mi voz, y que entienda”. Preocupado y sin saber qué hacer, me llama
ella, diciendo yo: “jamás te amenazaría solo lo que hice fue escribirte en la
pared aquellos te amos”, respondiendo: “tú eres loco, mira lo que has ocasionado”,
le dije: “un teniente me contestó, que no fuera más, que ni me acercara”, y de
último le pregunto: “¿y qué va suceder con lo nuestro?”, responde: “vamos a
tener que darnos un tiempo”, de tonto digo: “está bien así será, calmado
estaba, al menos podré trabajar. Me responde, “tranquilo”. El tiempo que sucede
en una relación es para estar en otro rumbo de vida, y continuidad, e irse de
lo que no había gustado a esa persona, de ese amor que ya no es igual, mi ser
estaba asustado, y si no vuelve a llamar más, y se olvida de mí, probar esto no
es fácil, no ver su hermoso rostro, sus ojos de paisaje, era un dolor grande,
mi corazón en la noche no soportó, y en mi cama se arrojó entre lágrimas
llorando ¡Oh porqué mi Dios!, por no poder hablarle una sola palabra, o sentir
que estaba ahí, me calmé, pensándola. En la mañana siguiente me levanté de la
cama, no sabía qué hacer, si comer o no, y recibo una llamada, y al ver el
nombre de ella en mi celular, me sorprendo, le contesto, me dice, que ella fue
la que dijo todo al teniente que había un chico que la estaba amenazando, pero
que ahora me quieren citar con ella para así ellos venir, y agarrarme, le dije:
“debo dar la cara”, ella de una responde, “no vayas, no quiero que te pase nada
malo a ti, si quiere mejor hoy no contestes ni una llamada de nadie, de esta te
estoy salvando”, me hizo pensar tantas cosas que le dije, “yo actúe así porque
jamás en este país había tenido novia, ya que la primera fue en otro país que
le conté, nadie más que tú has sido”, respondió: “lo tuyo no es amor sino obsesión”,
en parte me obsesioné de esta mujer, queriendo demostrar ese cariño de mil
formas que sentí y siento, pero ella me quiere, me di cuenta hoy, un ángel, más
tengo, le dije: “voy a cambiar entonces de teléfono, y te voy a mandar un
mensaje”, hubo un tibio aliento, respondiendo
“luego hablamos”. Y a una hora me escribe, no vayas a contestar nada y
borra mis mensajes de tu celular todo, ahora iré mañana a sacar otra línea para
ver qué sucede y cómo va todo.
martes, 26 de noviembre de 2013
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