martes, 8 de mayo de 2012

4 poemas


            

            
4  Poemas mediante un cuaderno escrito en la calle.


 En una plaza de Venezuela, entre vida, sueños y amor.


 Yo sentado en un muro tan solo estoy,
viniendo de una obra que dejé,
en un concurso con la ilusión
de que tan solo pueda florecer.
 Mustio entre versos a veces soy triste,
como la paloma sin su hogar,
a veces son versos felices
creyendo en la eternidad.


 Mas oyendo en una fuente de agua.
 Caer como una cascada misma,
hay tres ángeles ocres en la plaza
dando un canto sin sofisma,
viendo cúmulo en la mirada,
entre caballeros y damas divinas.
 Y yo, solo tan solo estoy,
entre mis manos con un papel,
de ser un buen lector
al momento de solo leer,
porque jamás agarré un libro
y ahora me falta entender,
así como cada verso mío
cuando lo leo como un tañer.
 Así está hecho mi sino
para ser de él un mágico pincel,
y que poco a poco veré mi camino
cuando en el aurora sea resplandecer,
para que sea cantar
entre verso e historias,
así viajaré mas allá
donde sentiré hasta Andrómeda,
por amar y luchar
he de rozar su gloria,
por ser alma y soñar
he de acariciar como idioma,
por vestir en palabras como deidad
a la sensibilidad de mi aroma,
o por ser cada línea la imagen de Dios,
que miro en mi plaza de jaculatoria,
llena de todo candor,
y luz a mí vivir de victoria,
y así mis versos dan sin voz
ante mi última hoja,
porque ahora me voy
a seguir a la ventura de mis notas,
a seguir en lo triunfador
que me dá el viento que me roza,
a mi vida de ese amor
que huelo y es mi alma moza.


El amor milagroso

"Cuerpo epicúreo tenéis,
¡qué dulzura observo!,
con vuestra beldad al mundo florecéis
entre más verdor y aliento.
Si tan solo supieseis
que en el forraje yo os contemplo,
donde me enamoráis ante el edén
al miraros como al mismo deífico reino,
en mi solo parsimonia llenaréis,
si venís conmigo entre el lecho,
por si tan solo ahí me ofrecéis
lo rijoso de vuestro apego".

Fue tanto la vesania del poeta
que la lis sintió sus palabras,
ella se acercó ante su presencia
y maravilló al anhelo de magia,
lascivo su desdén fue en esa esencia
que se llenó en el escaldo de gracia,
aquella flor era una condesa
teñida de vastas dalias,
entre esa y mil azucenas
era ese cúspide y apeteósis gama,
entre su atuendo que refleja
a las perlas diáfanas,
entre el fóculo del imberbe arrullado
cuando a su flor amaba,:
le idolatraba en el lecho tanto
que algo en milagro se esperaba.

Diluvio de cantos sacros
ante una efusión de vida cándida,
aria de un seguir volcánico
entre el roce de su vida mágica.
Alentó Domine un sahumerio
que a su lecho da delirio,
y el Rey recita entre versos
algo que no era fortuito,
consagrando su etéreo himeneo
ante su fóculo por el siglo,
que estarían sin desvaneo
entre su mágico amor recibido,
y consiguen su amor pleno
entre esa noche de lo más bendecido,
amándose por el siglo entero
para continuar al paraíso,
donde su alma durmió ante lo tierno,
de sus caricias y besos del idilio.

Un sueño que renace.

Contemplé un epicúreo cuerpo,
quisiera acariciarlo,
pero lo hago con mis alientos
que van a ella de lo mágico,
es una damisela de mi sueño
a la cual con deseo socavo,
y eso que no estoy despierto
sino la veo ahí de lo enamorado,
es tan beldad como un sol ante el cielo
cuando me ilumina lo reflejado,
quisiera solo verla en mi seno
cuando despierte de lo fantaseado,
y así vivir con ese ser pleno
y amarla con lo más apasionado.
"Oh me he despertado de mi ensueño,
¡oh parece que Dios escuchó mis salmos!,
me da ahora a lo más tierno
que ahora en mis alientos abrazo,
y me besa de lo más cálido y eterno
que me incito en lo deseado,
haciéndole cópula de lo fogoso y frenético
a su carne lasciva que hoy amo,
donde soy feliz en este férvido lecho
solo por acariciar y besar al sol de lo más cándido,
pero amanece y mi soñar no es infierno
por tener a lo más noble y soñado,
vehemencia ante un arder de llama y fuego
donde me quemo en lo más volcánico,
que hasta ceniza, favila me vuelvo
por dejarme devorar en su cuerpo amado,
son tan gloriosos estos momentos
que he sido bendecido,
por Dios desde su sacro y bondadoso reino
para solo mandar a mi delirio,
donde ya en su desnudez epicúrea duermo
y donde siento parsimonia y regocijo,
por sentir el amor de un sueño
que hoy tengo entre mis suspiros,
rojizo alba su cabello y flor de sahumerio
cuando hoy solo a su carne respiro,
donde me calma por sentir su ser pleno
de esta deidad de lo más bendito,
donde agradezco tanto a Dios por lo sereno
que me manda para aliviar a lo cuito.

La epopeya implorada.

Me siento preso en esta ida, 
solo que al miedo,
por sino acaricio a esa vida
y me consume el fuego.
Quiero que la luz de mi centro sea magia,
para solo llenar con sabiduría,
merecerme esa enseñanza
y estar en ese orbe con alegría,
la cúspide que me abrazara
por el resto de mi vida,
fuese totalmente mi alma
la cual más al mundo escribiría.
Pero solo tengo que aprobar esa prueba de gracia,
y así estar en calma de mi lira,
para poder luego avanzar en la música clásica,
para aprender y componer entre armonías,
es toda mi aria de palabras
hasta llegar ante una condesa en aquella sacra cima.


No hay comentarios:

Publicar un comentario