jueves, 18 de noviembre de 2010

¡Veréis así llega la unión!



Enigma de la llegada de una hada del amor.

No se porque el vivir de la realidad me hace hacer estas cosas;
porque me hundo a la pasión de la vida a una chica moza,
necesita tanto mi alma su piel de rosa
para convivir junto a ellas o de una la pasión entregadora;
o como en tardes mirándola y haciéndole sentir mi magia enamoradora.
No me rindo en encontrar a esa dama maravillosa,
así sea éstas las letras del amor,
pero la huelo entre la estrofa:
¡Ese rostro!; y piel que consumo de lo enamorador.

Sideral vuestra alma será,
si aparecéis entre mi idioma,
y de la vida el aliento a ti os amad
como mis besos sápidos de aroma,
y ojala que si te encuentro, no te marchéis
para así acariciarte como tenue paloma
y entre ese roce hacerte en melodías ver mi idioma.
Fuese así, si vuestro ente sumiso llegaría,
evanescentes tonadas del camino darías,
convirtierais entre mi vista bisbiseos de liras,
y observo ante la fantasía que no son mentiras,
porque a vos siento entre la polifonía
de tus cantos como hada ante mi esperada dicha
que ofrecéis entre el risueño de mi alegría;
semblante alborozo de tu sideral vida,
aparecéis entre mis letras de maravilla,
y a lo lejos ama vuestro ser mi melodía
que compartís el arrullo de las tonadas de poesía;
por ser del camino lo evanescente
que contemplé como enigma,
que entre palabras eso sería,
florecéis; y junto a vos en tonadas daré la armonía
e inmortal de este mundo que no se olvidaría,
fecundáis regocijo y paz a mis letras benditas,
las cuales antes no dieron con una diosa la vida,
como la de amar entre el mundo de partituras que tiritan,
y que ante muchos ojos u oídos pintan
pero que no saben cual es su tinta,
y ni sus palabras que moran en la lira.

Pero tu y yo haremos dar al orbe otro sentido,
como el de hacer de sus oídos y sus corazones vacíos:
un astral romanticismo de su ser como río
de notas que irán a un delirio;
y que de él vendrán otros romances del destino,
y con el mismo lenguaje se amarán sin espino,
nada será entre el sonido clandestino de lo cenizo,
sino su corazón bombeará del amor rojizo,
nuestra tonada será así de ¡no! al hermetismo,
y entre él haremos ver lo cúspide del ultraísmo,
que siempre está entre figuras del corazón encendido;
para hacer vivir la lira de una dama del romanticismo.
Así vivimos en lo estro de cada ida del aforismo
para fecundarse de ella y de su amorío,
que es tan bellido y junto a su piel lo más querido
¡como la de un hombre latiéndoos y recorriéndoos como río!;
por solo quererle besar y dar sus alientos de vestigios
que estarán en su carne del apasionado idilio,
y que nacerá junto a la naturaleza de los lirios,
en todos lados estará como la de mí hada que es mi paraíso.

Veréis amadísima de mi cuerpo ardido,
hacemos la vesania del destino,
seguro no hay otros que sean como nosotros,
porque desprendemos tanto ardor fogoso
que se parece al magma entre la partitura de lo cariñoso,
explotáis igual que yo pasión del todo,
¡oh mi yo! amáis a ella en lo eterno de lo loco,
que corre del camino en su alma entre tejido de lo hermoso,
y que no se marcha la sangre por ser la hada de mi corazón lloroso,
¿por qué eso?. Será porque antes esperé a una en mi de lo sonoro,
¡y fue ella! que hizo latir a mis manos en su pecho ardoroso,
y a besar entre la melodía su cuerpo de gama blanca,
y áurea su melena que se desliza sobre mi cuello,
y mi aliento, mi poesía, mis palabras a ella la abraza,
y solo su amor vivo y relindo os tengo,
que más podéis pedir mi alma,
si a vos tengo entera en mi noches del lecho,
no puedo quejarme de la vida teniéndote tan diáfana,
como tus suaves alas de hada,
que a mi partitura de las noches dais magia
y juntos también escribimos de la pasión tan franca,
y que ante corcheas no son mancas,
sino alborozadas y dulcemente que amadas.

En las noches hacemos ver lo sideral en la cama,
para hacer de esa luz al astro un anhelo de calma,
de otras cosas que sigamos juntos como lo soñaba,
si entre las noches de mi vida lo esperaba,
pero nunca, nunca entre mi llegaba.
Ahora os anhelo sin anhélito del alma,
que se pueda ser la eternidad de la pasión que se ama,
y al estar ahí esa noche nos damos un dócil abrazo,
mientras que en mis manos acaricio su regazo,
muy copulado a su cuerpo adorando,
los claveles nos rozan como sábanas de lo delicado,
desnudos estamos en ese romance ante el lejano astro,
después del anhelo rogado, estamos ahí acostado.
Sí los dos estamos ahí pero ardiendo de lo apasionado,
vesánicos, atontados, estupefactos, y expresando
el amor que no se puede guardar en tú alma amándoos,
sino hacerlo ver al deseo que se pide de que sea libre,
y que se forme y hasta el futuro de lo enamorado,
y en tintas del cielo a los ojos escribe:
“ he visto unión de lo más estupefacto,
y que entre la hoja de los versos es el tacto
que se besa entre ustedes del amor arrullado,
no puedo dejar de cumplir a vosotros su anhelo,
se lo cumpliré entre el firmamento,
y así arderán ante mi mundo y en el vuestro.
No sabía que el amor fuese así,
pero como lucero del espacio
le daré la fortuna del reino amado;
que es el amor como paraíso del entusiasmo,
y que se llega ante el amor al latir del orgasmo
que entre su piano darán paz y mucho pasmo,
como a otros por grata vida del todo que han cosechado”.
Os damos gracias astro del anhelo más apiadado,
ahora si podemos estar felices del fortunio que has entregado,
moveos los demonios que no entrará en este patrimonio,
porque no seréis vosotros bienvenidos en lo delicioso,
estarán en el averno como siempre por tontos,
y no entraréis en este paraíso amoroso.
Se cuenta que los demonios vienen a destruir,
como los romances que existen del existir,
pero ellos ante la magia del Dios astro fenecieron,
en sí ante la vida de un idilio no pudieron,
pero no cualquier romance sino uno eterno,
y así a vuestro mundo volvieron
y hacer quemados y devorados por las lavas del infierno.
Y no vendrán a este mar del amor
que se vive hasta en el corazón,
entre olas tañendo de emoción,
y que no descansa de sonar en la melodía del compositor;
que soy yo ante ella explayando mi dulce eterno amor.

Las composiciones que hemos hecho los dos,
cuenta tanto de la espera del amor,
un hombre buscando ser querido y tener su calor,
y olerla en las mañanas y besarla,
cariñarse con su vida y su sed del alma,
que beba ella tus labios de luz blanca,
y termina siendo nosotros dos,
que vivimos esa lira cada vez de pasión,
y que es tan tierna y dulce como la de un ruiseñor,
que no sé si sea la voz de ella como la de Dios,
que acaricia mi cuerpo y que ama de amor,
me siento tan querido junto a ella,
que sus ojos ante mi son una primavera,
y que de eso a mi alma ella la llena,
y son el lago de mis emociones que besa
su carne bendita de hada que me eleva
hasta su íntima caricia que incrementa;
como el idilio que de ella no se despega,
sino se mantiene tan junto que embelesa
mis sentidos y sentimientos hacia ella,
que ante la vida de partituras se refleja
un amor soprano que tañen de belleza,
como su voz que me toca tan tierna
entre mis sentidos de gran verdosa naturaleza,
y que a nada se averna,
sino floreceréis de alta riqueza
ante el sabor de la fruta de su pierna
que a mi en las noches me da del sabor a cereza.
Y que como de ese muslo de la noche fresca
con mis fogosos labios su piel de cálida arena,
y siempre resultaréis toda como una sápida cena
que de mi presencia siempre serás alma de gemas,
que has hecho ver hoy amor a mi melódico poema,
no se consigue cualquier hada en el mundo belleza,
por eso sois lo que siempre en alma amaré de riqueza,
y hasta en el lecho dejaremos luz placentera
que será ante toda una luz de huella,
como regocijo hacia el astro de sutileza,
por ser nuestro amigo que deja siempre grandeza
a todo lo que nos pasa en la vida querida de gentileza.
Sí así somos en el amor para ser todo un ardor,
sois la grandiosidad de mis letras del corazón
que se pintan de paz y del amado amor,
y que no se dejará en el dolor,
por ser toda nuestra ilusión que esperé en el corazón;
y así florecer en él de lo que es la efusión
que está en las mil partituras de nuestra unión
e imperecedera; que es nuestra historia de tonos del amor.

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