martes, 23 de noviembre de 2010

¡Leeréis ahora la identidad del amor!



Una hada de las mil seráficas de las notas

Habríais visto el poderío del amor por cómo es en el alma de emoción que se agita en él tanto y se convierte en canto de pasión; como del amor y del gran divino dulzor, como de sus labios que acaricio despacio, y son tan lacios, que con su cuerpo hiciera incitar de lascivos besos el amor, no dejaría escapar su sápida carne que en noches disfrutaría de romance, pero tan tierno que se aparece entre la sideral noche un encanto, siendo una estrella que se transforma en manto, y luego se observa las alas y una voz tan soprano, tenía un piano a su lado, y un vestido de hada que me dejó pasmado, y entre el fondo de mi ser agitado y enamorado, le digo: Mis latidos sienten que en este anochecer solo eres lo esperado, ¿por qué estás aquí y venís por mí?, ¡así de esa manera de mi existir! que no hay nada y solo provoca sucumbir; y casi en el camino no vivir, solo de una pasión que es lo que ha estado en el alma, pero quedando siempre sin calma, por no tener a una diáfana cortesana, que sea como yo, que me ame y a lo que me abarca, y dice: Te quiero y os ambiciono más que el paraíso inmenso, y hasta el sol lo viéramos pequeño, por ser tan solo tú mi dueño, y que de mi íntima cavidad por mí llenarais de amor, vuestro miembro diese en mi ser la relación, y de él oriundos saldrían ante la pasión, y de mis susurros al orbe daría atención, porque de esta a otro aliento no estará. – Me aceptáis a tu cuerpo, alentáis mi espíritu entero, y eso a cada segundo veo, y de eso hacéis a mi esperanza de milagro florecer, y mi vida está más tranquila al tener una sabrosa diosa de mi anochecer que en los caminos disfrutaré y en el lecho con besos de rosas amaré, y de besarte cada centímetro no cansaré, sino siempre en mis labios os acezaré, y de eso viviré junto a la melodía tocándote, y este mundo veremos tanto nacer, entre el fortunio de mi anochecer.

-Somos dos vesánicos enamorados que entre el piano tañaremos de lo apasionado, porque soy vuestra pianista, soy vuestra alma bendita, que en sonidos es la caricia que dará a tu cuerpo mi vida. Poemas te escribiría, porque de tu pensamiento veo que eres poeta, y sin saber muchas cosas eres mi piano de cuerdas, a quien tocaré de delicadeza. –Noto que sois la poesía que he buscado, alumbráis mis ojos en lo alto, amaríais mis millones de partituras con tus dulzuras, como la de tus composiciones que alumbran, y de mi mirada a vuestro latir no se derrumba, sino estaréis de agradable ternura, que os aseguro buscarais amarme mucho más de la locura, ¡amadme entonces! entre las escalas de mis partituras, palabras volarán a tu interior de blancura, que de mi ente al solo besarte nacerán liras, y a lo lejos de escritos no son mentiras, sino es la vida de nuestros versos de alegría, que han estado en la dulce sinfonía, como tu voz y la mía, solo en una estrofa convertida, y de amor en el alma dicha, os amaré mi querida, por que sois mi hada de mi alma latida, y que en las primaveras de anocheceres eres la que resucita, como a mi alma de vida, y en fin podré gritar querida: ¡he tenido lo brillante de sus óculos!, ¡que entre la noche al estar con ella ha sido siempre nuestro fóculo!, que de esa primavera en las noches le respiráis mis alientos para que así acariciar a tu ser de flores, y solamente el piano que tenéis de dulces acordes; solo sonáis piano en amores, y si observáis se ve a sus bordes, ¡imágenes y pinceles dibujándonos!, como un corazón de melodías sonando y los dos amándonos, y también que estamos bailando. Pincel conviertes la magia del sonido en cuadro de expresiones, sentimientos de besos férvidos y soles, en ese cuadro de pintura y voces, nuestra identidad explayan pinceles de pasiones, que regocijáis a nuestros entes de ardores, y siendo fortunios en nuestra noche, ¡qué mágico e inolvidable es vivir contigo!, amáis mis besos de lirios, como en las noches que te doy esos sonidos, que con su perfume te llevan a mí de amorío, aromáis vuestro olor igual mi camino, y luz salid ahora para florecer mi destino, que como este nada os aseguro que será lo cuito, y piedad se verá más en sus ojos benditos, queriéndome como la quiero en mi delirio, que es tan único y explosivo, que hasta lleváis corriente del río, o marejadas de esas olas de desafío, para extraer de ellos su cantidad en besos junto a los míos, y así sentir tu saliva ardiente derramándoos mi espalda, y levantándote junto a mi regazo de llama, para calentarte de dulce magia, y elevarte entre besos de calma, que no habríais sentido en la pasión regocijada, que os ofrezco en esta noche blanca, solo junto a ti mi ambrosía hada, que esperé con esperanza para así nacer de esa e indestructible melodía del alma, que me besa como tus labios grana, y que moran de regodeo mis palabras, que a ti hoy se fueron de liras amadas, y en donde estamos en el río y cascada, caerán siempre gotas de sonidos de magia, seréis lugar ávido del amor, sin tener por dentro el rencor, le quiere mi alma tanto como el agua quiere a su naturaleza diáfana, verdosa y junto a tus alas de hadas, tocáis mi ser y tan tenue es que me levanta, y voy a tu cuerpo con besos de sápida ansia, para dar en fin que soy tu ser de las mañanas, y de noches tú luna blanca, tus estrellas que dan brillo a tu alma, soy todo y soy más tú amor agitador, que suena en melodías del amor, y sin irse de tu figura de inspiración, que dio para escribirte de íntima pasión, en esta naturaleza teniéndote de amor.

“La poesía tenéis que sentirla tanto como la vivo yo, para así dejar huella en mi interior, de lo que visteis y sentiste, y así entre ojos daréis lo que existe”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario