viernes, 6 de septiembre de 2013

Condesa soñada.

 Día solitario, cabizbajo mi todo, solo en mi habitación, tengo nuevamente un papel, contaré lo que ahora deseo expulsar de mis más íntimo y delicado corazón, el tuyo, nadie más, arde, arrulla, quiere, sueña, tú.  Cuánto es para mí sentir que me recuerdas al menos con una frase, si aún leyera tus escritos, aquellos que me hacían suspirar, estar convencido que tenía una compañía, esos saludos hoy ya no están, ni sé dónde hoy estás, ya ni mis mensajes respondes, ayer, dolida te fuiste, confundida de la pareja que tienes, un misterio que te ataca al corazón, te hace hasta gritar, y llorar, cómo no estar convencida qué en sus días han sido mis palabras amor, es difícil creer, pero lo sabes, y así es, tanto así que deseas ser feliz, sonreír. Mi noche no se contentó cuando se marchó, enseguida busqué la forma de comunicarme contigo, no recibí un cumplido, mis palabras quedaron en el naufragio o quizá si leíste, o no, ahora no sé, solo tú sabes bien. Hoy  en esta tarde, permiso de la poesía me hace escribir nuevamente, anoche, sí anoche no soporté, y las ansias me hicieron pintar  qué era lo que estaba sintiendo, y hoy me persigue, tú, aquí me tienes, otra carta, otro relato cálido, aroma de flor, y herbaje mustio, si te vas, lejos, ciego quedo, sin alma de poeta, a quién más voy a escribir, si gracias a dócil, suave ternura me ha hecho escribir, confiar, y entregar el todo, así fueras prohibida, tu compañía cambió mi interior, tus ojos y sentir igual sintieron pudor,más  esa amistad que se decía, imposible para los dos, rompimos las reglas, y las palabras tiernas eran los hechos más claros que habían, ambos nos dimos caricias sin tocarnos no más que con la sensibilidad, es milagroso, así estaría pecando, o mi mismo yo no imaginó que tú eras lo esperado, el anhelo más llorado, tú me conquistaste, y di aquello que a una mujer he querido da siempre, a ti condesa a quien quiero llamar, sí, así es, mi condesa...este mundo que del mismo trabajo vive, del mañana a triunfos, más el mío es amar, corresponder y, poder reír más que un objetivo del ser humano, y florecer mi libro con la mejor obra de los dos, oh mi poesía, de carne y hueso, real, así de grande eres para mí, imaginad nuestros nombres en unos papeles de amor, del diario más codiciado por leer de los mortales, nosotros, de llegar a la vida inmortal, así de fuerte e inmenso eres para mí... si mi trato llegó a ser fuerte para ti más por conocerme a fondo, fue miedo a perderte, solitario a no verte, a no rozar con mis palabras más aquel corazón, sé que podré entregarte estas cartas, para que aquellos ojos lean, sientan que no soy el equivocado, no más que un joven que vive de anhélito, más que en un mismo cuerpo mortal, el tuyo. ¿Hoy si es última o no?, más te acaricio dulcemente con estas palabras, me eres más importante que ir al mismo cielo, has conocido un caballero, aquel que te espera, hoy aquí te imagino, le respiro su cuello, mis manos se extienden en su espalda, recorren el todo de ti, acariciando, veo tus ojos, tu los míos, estamos unidos, ¡lo podemos vivir!, sonreír, sentir, concebir, y mi alma romántica besa esta hoja de papel, llena de la delicadez, como si en ella estuvieses, tú. Desde un buen momento suenan violines, música sin despedida, más porque sabes que sin ella no puedo, para hoy y esos días cuando anduve contigo, cada vez sonaba una dulce frase, de melodías, porque mi espacio contigo me fue y es amoroso, y la extraño como la melodía extraña cantarle y quererle a través de mis letras. Ya para mi tarde quisiera verte hoy, si hay posibilidad, o el esperado día, ya sabré a quien cantar o sino a no fijarse en nadie más, porque tú me hiciste ser decente, y a cambio hacerla sentir amada, pero aún no todo está naufragado, aún hay un amor para ti, para ti, así debe ser, sino mi música estará en puro lamento al no haber concebido los mejores sonidos que pertenecían de tu dulce voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario