domingo, 3 de febrero de 2013


 ¿Hay solución para el amor? 19 01 213

 Amarte en el silencio
que hoy me toca vivir,
sin tu risa y tu beso,
sin amor y embeleso
que provoca morir.
 Quién sabe qué es amar
si no han sentido amor,
piel desnuda y besar
en lecho de su olor.
 Empieza mejor violín
a entonar la libertad;
de este aurora sin festín
a ingrata melosidad,
de pérfida castidad,
¡oh el paupérrimo amor!,
viva ahora soledad
se consume el interior.

 Melosidad:
.
 A quien devoto en lira
para una gran teúrgia,
fusco herbaje y con ira
pobre homo de liturgia.
 Podéis ser férreo por fin7
y es arduo a ella olvidar,
ni hoja retoña a jazmín
y es un triste marchitar.
 Poeta o bardo de la escritura10
quien se adormece en 5 profundo amor,
de aquella deidad de su pintura
quien idolatra y da tal terror, 8
un pecado de la vida será?,10  11
de pensarle y no al santísimo Deus,
o lenguaje ya ni siquiera está
hacia el amor 4 y como el mismo Zeus. 11
 Noble interior que un soez misántropo 11 10
y sensibilidad del rincón,
quien siempre pinta un mundo filántropo
en pluma en tinta del corazón.
 Obra poética de su identidad11
quien acaricia su entera libertad,11
y la única  gran razón de vivir bien,
es que el milagro ya podáis encontrar,
por arte o existencia su aroma bren
que es a su diario amarotio de arrullar.
 Cuidadme en el sino sin el averno vil 12
y rutiladme en la luz de su magnitud,12
así de sus astros y de tez de marfil
para amarle y no olvidarle en beatitud.
 Dios vive siempre para la multitud11
y humano como yo no está abandonado, 12
he de ver brillar y ver mi juventud
con luceros de sultán enamorado,
así la angustia y más la amable quietud
a su dócil piel de amor tendré abrazado.
 "La luz del siglo está por alumbrar 10
cuida bien de aquella lucha al destino, 11
perfecta melodía ha de sonar
y florecer el luello del espino".
 ¡Sé a dónde voy!, ¡y muy bien quien soy!, 9
o en la vida para que nací,9
¡sé para que vivo y estoy! 9
y de la gran misión que es de mí.
 Nada en soledad y de vetustez 10
solo ha de implorar la prosopopeya,
que escuchéis en verso la flacidez
de un soñador que anhela la epopeya.
 Oh mujer que la añeja del vacío11
vuelve en otra rosa y en gran pasión,10
dormiré junto a su pecho en el río 11
ante una roca con inmensa ilusión. 10
 "La poesía y la dulzura le acompaña13
así vive en esa hermosa armonía en pena,13
ella suena en vasto amor y al final le abraza
de ojos a ojos de su adorada sirena...
 Por fin pudo sonreír y amar 9
y olvidar la tirria y decepción,9
libre en su sentir y palpitar
de seguir vivo en su dilección".

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