martes, 1 de abril de 2014


                   1  acto

(Hombre bajo luz de rutilante luna
se pasea solitariamente. Más adelante
aparece un campesino quien lo ve
entre manos posee un libro “Amor de lluvia”).                                                

Muzio

 Nadie ha de conocerme quien soy,9
acostumbrado a la misma vida,
¿cuán anhela mi labio árido hoy?
un suspiro, hálito que decida,
¡sí, que se fuera  ruin soledad!,
¡Oh, cuán sintiera melosidad!.

 Paisaje en noche de clara luna,
Oís mis mismos dichos clamados,
vago hoy entre verdosa laguna
nostálgico hogar a besos dados.
 ¿Do está nobleza? ¡oh fiel concebida!
¿Por qué belleza, si amáis, fuiste huida?

¿Quién consuela así este corazón?,
Odio el día y noche despreciable,
Que en cada vestigio oh postración
Me es su inicua a vidorria notable.

 Campesino

 Señor, clara  noche y alma negra,
¿Conocéis que un gran milagro existe?
Que de dolencias mismas alegra
Por un libro que en verso persiste.

 Muzio

 Quién sois vos audaz vil campesino,
Y vengáis con ludibrio bellaco,
Donde decís sandeces del sino
De tal lenguaje, pérfido opaco.

 Campesino

 No me ofendáis señor de rupturas,
Os atesto, que estaréis mejor,
Un libro bellísimo a  capturas
De libertades del mismo horror.



 Muzio

 Oh venís a convencerme habría
Más que oír vuestro mágico libro,
Así una respuesta escucharía
si por fin codicio y vibro.

(Campesino convence y decide
contarle unas estrofas del libro
 que tiene en la mano queda totalmente,
 decidido  a cambiar su vida del mismo Señor).

 Campesino

 Oh Señor se llama: “Amor de lluvia”,
Y así vulnerable estrofa empieza,
Oh vástagos que de amor diluvia
Cual penuria añoro es la limpieza,
De un matiz tan diáfano de aurora
Que de óculos son de una deidad,
Conlleva el camino y os adora
Sin dejar a un dandi en soledad.
 ¿Do está la solución ya preguntan?
 Dios no aloja al hijo prometido,
si creen en él más se conjuntan
Y en un roce será bendecido.

 Muzio

 Palabras bien descriptas decís,
Sabéis así duela esperaré,
Sé que ahora vos diosa existís
Y a mí; contigo más beberé.
 Confiero mi entera salvación
Que a tales palabras hizo más él,
 Confío ante entero corazón
que caricia tendré de esa piel.

 Campesino

 Valiente hombre os prometo, tranquilo,
Las lidias en destino son fuertes,
Pero vos tenéis ahora filo
Para que superéis sin la muerte.
 Sintáis perfecto en su corazón
beso en efecto a tierna pasión.

 Muzio

 Nada me detendrá ni los demonios,
Nada me apartará del matrimonio,
boda concebiré, mi alma adquiera,
más os conoceré, mi yo viviera.
 No hay falsos pasos y ni el temor,
Soy fuerza de la naturaleza,
Torrente corazón sin dolor
Y suspirar pronto la belleza.

Campesino

 Así ya estáis listo hacia la lucha,
Vos más que visto y Dios le escucha,
Estaréis bendecido, en su vida,
Por su mismo cumplido sin huida,
Caminaréis tan fino y más dandi
Os apuesto, juro que os veréis
Oh  dulces flores del jaborandi;
Más cuando vos una risa deis.

 Muzio

 Os agradezco buen campesino
colmada vuestra alma de bondad,
pero debo irme por el camino
y a dormir… más fue un gusto en verdad.

 Campesino

 Sí, ved, recordad lo prometido,
No os olvidéis tal luchada fianza,
Más en libro que fue comedido
Para que entendierais “la esperanza”.

(se retira)

                      2 Acto

 (En el aurora, Esmeralda y la Condesa afueras de un palacete
Con rosas y frutas en las manos. Más adelante saldrá
El dueño del Palacete Don Filiudandi)

 Esmeralda

 Así como estas dalias perfuman
El mismo manantial del paisaje
Y más que en vida ellas se consuman
Hasta ser áridas de su traje

 Condesa

Cual del dolo más a vil se esfuman
Por felón a engarnio del encaje,
Cual en cada vestigio se abruman
Por no olvidar beso y su masaje.

 Esmeralda

 Así grácil es un corazón
Vagido a un mismo ruin soñar,

 Condesa

 Y no se entiende la razón
en dejaros mustia sin amar.

 Esmeralda

 ¡Oh, así es una fuerte visión!,
¿Cuándo ha de poder ellos cambiar?

 Condesa

 No saben que ha de ser más que ilusión
Lo que late a los  labios besar.

 Esmeralda

 Acostumbrados a la obsesión
de mismos placeres a engañar.
 ¡Qué misterio más vosotros son!
que esclavizan por enamorar.

 Condesa

  Frases de dúctil romanticismo
Y cegadas nosotras amamos,



 Esmeralda

 Por ver tal legítimo realismo
Que con su efigie nos entregamos

 Condesa

 Disfrutamos libido erotismo
 sintiendo que hasta nos esposamos

 Esmeralda

 Y lo peor que se siente un sismo
Dentro de un corazón que bombeamos.

 Condesa

 Así es la debilidad primera
 ¡oh de tenue rosa de mujer!

 Esmeralda

 Que perfuma a su boca y cadera
Y que funde su fiel florecer.

 Condesa

 Pero ahora ¡ay somos plañidera!
ni miramos a un vano querer

 Esmeralda

 Solo la beatitud se sintiera
Si os acompaña hasta amanecer

 Condesa

 Asiduamente se comprendiera
Días a predicho envejecer.
 Y así más en seno se creyera
Que existe posible dulce ser.

 (Sale del palacete don Filiudandi)

 Don Filiudandi

¡ Qué bellísima mañana observo
Y a tales mujeres de lindeza!,
¿si queréis vosotras té les hiervo?
 Y así platicamos con riqueza.

 Condesa

 ¡Oh pero que generoso señor!,
Nos placería mas no podemos.

 Esmeralda

 Muy grato vuestro acote de honor
Y en realidad más tarde veremos.

 Don Filiudandi

 Como vosotras digáis bellezas
Pero os diré algo ¿sí?; para honrarles,

 Condesa

 Como guste Don de gentileza

 Esmeralda

 decid y así nosotras escucharle

 Don Filiudandi

 La juventud generosa prenda
Hoy  noche un concierto musical,
Habrá banquete que se encomienda
Después de ceremonia especial.
 Os invito ternuras hoy noche
Su llegada resplandecerá,
Os ruego en rodilla no un derroche;
Su asistencia me conmoverá.

 Condesa
(Riéndose a su elogio agradable)

 Ya que vos lo decís de tal gracia
Nos place ir hoy y por la comida

 Esmeralda

 Sí, aceptamos, sin que haya desgracia
Estaremos y muy complacidas.

 Condesa

 (aparte)

 Qué le sucede con tal locura
O piensa que yo me dejaré
a mi piel de hada y buena dulzura
que ante un bribón coqueto querré.

 Don Filiudandi

¡Gracias por su tiempo exquisitas damas
por solo haberme más que aceptado,
os recibiré hoy entre estas ramas
y entren, disfruten de dulce agrado.

 Condesa

 Os damos estas frutas señor
Por tal gesto vuestro que nos disteis

 Esmeralda
(Le da la cesta de frutas)

 Sí señor téngalas por favor
gracias a su gracia que ofrecisteis.

Don Filiudandi

 Muy dulces vosotras bellas flores
No os olvidaré encantos hermosos,
Las espero de varios colores
Esta noche de bailes honrosos.

 (Se retira al palacete igual las damas
a sus hogares para la espera e esta noche)


                                       Acto 3


 (Asistirán gran cúmulo de condes, y una carta de invitación es llegada a todos los hogares para tal bienvenida de la ciudad misma, por elogio a un Rey con música dedicada, donde estará el mismo campesino y el mismo Muzio sorprendido a querer oír la música que se dictará en tal lugar y donde se verá el secreto de tal encuentro de su amigo y de gente importante y de mujeres además).

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