jueves, 6 de marzo de 2014

La verdadera lucha y ella.



                                                        La verdadera lucha y ella.

No leo lo que debería de leer, ¿mi interior no siente aquel roce como su apego?, noto que son tonterías, no le veo sentido a mi todo yo, quizá hayan ramas que sí, siento que no estoy en donde creí estar, o ha de ser que para saber aquel origen ¿he de ser escritor por sí solo nada más?, así me habla los diluvios de tañeres en mi médula de la vida, ¿cómo ha de estar cinco años en tal arte que no hace sentir como a la musa misma que mi todo yo idolatra!, consume en días, más si es hora de pintar con pluma, mundo de lo que más conlleva a mis visiones, mis luchas, mis cantos, mi alma, mi demencia, el amor… ¡oh mas solitario!, el mismo hombre, sin roce, vagido por un idilio que fue dolo, aún quizá la remembranza me hace suspirar su efigie, pero leyendo mi estro corazón capturo lo que me facilita, que me estoy olvidando de algo más, cuando ya sea muy tarde, no ha de ser lo que me pertenece, y es cuando sollozaré por la eternidad, y me ¡digno a decir que entre mi euforia aria donde se pinta la tinta en hojas y versos no ha de abandonar!, ¡así me siento! ,¡así lo veo!, a tal razón no me siento vivo, sino muerto, más ahí es que empezaré mi proemio de profundizar lo que está recóndito en mí, que lo sé, y donde no puedo porque ¡no sé!, y más me hace sentir ¡vándalo!, pero bienvenido seréis y alumbraréis en mi tórrido orbe de mi idioma, de la legítima facultad que es mi vida, donde en ello estará, “líneas definidas, notas clandestinas, misterios, mi lenguaje único, mi yo, mi reflejo en los compases”, perdonad ¡oh clemente soberano que me otorgó el aire a mi serenidad!, pero ha de saber que no he de sentirme bienquisto, si amase, quisiese, de aquella enseñanza del castellano y literatura a otros de su modo, formulado a dar lo que recibí, no me vincula a mi, más me inclino a implorar que es pérfido, zopenco, por ser otra voz, ¡solo un Leansi bardo músico!, diferente, el lenguaje, mi fuerza, indecible pasión, que en noches escribo, toco la espineta, ha de oler esos misterios que pronto ha de escribir en partituras como poemas, del alma, y saber mi mejor vida de lo que quería tanto oír sin detenerme, de mi dilección que jamás me ha dejado de perseguir en lo que va de existencia para empezar a pintar con mi pluma en la tinta de gran surrealismo heroico; por haberlo logrado, y difundir e incrementar lo que está perdido, pero lo que es mi nombre ante renacentistas composiciones, y realizarse en el mismo fóculo que yazco de noche, amanecer, día, o donde me guste relatar de infinidad apasionada escritura… he de sentirme a mi vetusta, arcaica existencia más vivo porque aún estaré cantando sin desvanecerme jamás… entre campos el sonido del viento me recordará porque entre ellos compondré, ahí posaré, esa naturaleza entre ríos y de vida grata conmigo andará, y llena de salud en música brindaré, entre la costa de un mar entre la arena sentado oyendo los sonidos… Si en mi interior ha de ser tú la musa de mi pintado amatorio ha de deciros que tendréis que amar lo que ha de amar mi yo y apoyar, porque de aquello vos seréis modelo  numen ,lira, y ha de sentiros entre mi música tan querida porque a ti en mis rincones arderéis, cantaréis, estaré en calma más a vuestro lado, viéndoos ahí y bañando con vuestros besos, caricias suaves  a mi arte escrito, (el tuyo, nuestro, de esos capítulos de nuestro libro de amor y de música), romanceándoos aquella sonrisa en mis labios, sintiéndote tan mía, como la melodía del piano, así de vibrante como yo de vos, vos que hace cantar a mí corazón, y en aquel piano haceros el amor, entre rosas perfumadas a vos, vos amándome más y más, miradas entre miradas, caricias entre caricias, carne entre carne, sudor entre sudor, labios entre labios, pasión y enamoramiento  y continuar así los dos, hasta orgasmos entre ambos y engendrar vástagos, así en lo que anhela el amor… ¿cuán os amaré?, ¿así ha de ser?, ¡lo es, porque me esperaréis y hacia vos conviviré y qué hermoso será!,  y profundizaré más versos de mi historia, tal secreto se recopila y no aniquila lo que debo hacer yo, así ha de ser y debo continuar, y ¡no difamar más mi espíritu que no se siente complacido!, ¡ni yo!, y he de lograr lo que soy enteramente en este hado por de una vez recitar en las líneas de mi amada médula, donde va la postración y beatitud, definición pero no concreta sino abstracta de mi prosopopeya existente de la obra entre rocíos sin dejar de llover en mi entero corazón; ¡oh en musa de mi pluma de pasión!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario