La verdadera lucha y ella.
No leo lo que debería de leer, ¿mi interior no siente
aquel roce como su apego?, noto que son tonterías, no le veo sentido a mi todo
yo, quizá hayan ramas que sí, siento que no estoy en donde creí estar, o ha de
ser que para saber aquel origen ¿he de ser escritor por sí solo nada más?, así
me habla los diluvios de tañeres en mi médula de la vida, ¿cómo ha de estar
cinco años en tal arte que no hace sentir como a la musa misma que mi todo yo
idolatra!, consume en días, más si es hora de pintar con pluma, mundo de lo que
más conlleva a mis visiones, mis luchas, mis cantos, mi alma, mi demencia, el
amor… ¡oh mas solitario!, el mismo hombre, sin roce, vagido por un idilio que
fue dolo, aún quizá la remembranza me hace suspirar su efigie, pero leyendo mi
estro corazón capturo lo que me facilita, que me estoy olvidando de algo más,
cuando ya sea muy tarde, no ha de ser lo que me pertenece, y es cuando
sollozaré por la eternidad, y me ¡digno a decir que entre mi euforia aria donde
se pinta la tinta en hojas y versos no ha de abandonar!, ¡así me siento! ,¡así
lo veo!, a tal razón no me siento vivo, sino muerto, más ahí es que empezaré mi
proemio de profundizar lo que está recóndito en mí, que lo sé, y donde no puedo
porque ¡no sé!, y más me hace sentir ¡vándalo!, pero bienvenido seréis y
alumbraréis en mi tórrido orbe de mi idioma, de la legítima facultad que es mi
vida, donde en ello estará, “líneas definidas, notas clandestinas, misterios,
mi lenguaje único, mi yo, mi reflejo en los compases”, perdonad ¡oh clemente
soberano que me otorgó el aire a mi serenidad!, pero ha de saber que no he de
sentirme bienquisto, si amase, quisiese, de aquella enseñanza del castellano y literatura a otros de su
modo, formulado a dar lo que recibí, no me vincula a mi, más me inclino a implorar que es pérfido,
zopenco, por ser otra voz, ¡solo un Leansi bardo músico!, diferente, el lenguaje, mi fuerza, indecible pasión, que en noches escribo, toco la espineta, ha de oler esos misterios que pronto ha de escribir en partituras como poemas, del alma, y saber mi mejor vida de lo que quería tanto oír sin detenerme, de mi dilección que jamás me ha dejado de perseguir en lo que va de existencia para empezar a pintar con mi pluma en la tinta de gran surrealismo heroico; por haberlo logrado, y difundir e incrementar lo que está perdido, pero lo que es mi
nombre ante renacentistas composiciones, y realizarse en el mismo fóculo que yazco de noche, amanecer, día, o donde me guste relatar de infinidad apasionada escritura… he de sentirme a mi vetusta, arcaica
existencia más vivo porque aún estaré cantando sin desvanecerme jamás… entre
campos el sonido del viento me recordará porque entre ellos compondré, ahí posaré, esa
naturaleza entre ríos y de vida grata conmigo andará, y llena de salud en música brindaré, entre la costa de un mar
entre la arena sentado oyendo los sonidos… Si en mi interior ha de ser tú la
musa de mi pintado amatorio ha de deciros que tendréis que amar lo que ha de
amar mi yo y apoyar, porque de aquello vos seréis modelo numen ,lira, y ha de sentiros entre mi música
tan querida porque a ti en mis rincones arderéis, cantaréis, estaré en calma
más a vuestro lado, viéndoos ahí y bañando con vuestros besos, caricias suaves a mi arte escrito, (el tuyo, nuestro, de esos
capítulos de nuestro libro de amor y de música), romanceándoos aquella sonrisa
en mis labios, sintiéndote tan mía, como la melodía del piano, así de vibrante
como yo de vos, vos que hace cantar a mí corazón, y en aquel piano haceros el
amor, entre rosas perfumadas a vos, vos amándome más y más, miradas entre miradas,
caricias entre caricias, carne entre carne, sudor entre sudor, labios entre
labios, pasión y enamoramiento y
continuar así los dos, hasta orgasmos entre ambos y engendrar vástagos, así en
lo que anhela el amor… ¿cuán os amaré?, ¿así ha de ser?, ¡lo es, porque me
esperaréis y hacia vos conviviré y qué hermoso será!, y profundizaré más versos de mi historia, tal
secreto se recopila y no aniquila lo que debo hacer yo, así ha de ser y debo
continuar, y ¡no difamar más mi espíritu que no se siente complacido!, ¡ni yo!,
y he de lograr lo que soy enteramente en este hado por de una vez recitar en
las líneas de mi amada médula, donde va la postración y beatitud, definición
pero no concreta sino abstracta de mi prosopopeya existente de la obra entre
rocíos sin dejar de llover en mi entero corazón; ¡oh en musa de mi pluma de
pasión!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario