viernes, 25 de octubre de 2013

En nocherniego un buen solista expresa

En nocherniego un buen solista expresa                                8 DE OCTUBRE

Conde Tapoe Tanispia:
Cómo sentirme feliz,7
si aún ni un sueño se gana,
esta noche qué infeliz
por no ver mi gran mañana.
Que de ánima tan serena
Soñador y triunfador,
ni aquella diva sirena
más he de sentir pudor.

Escondida tras los matorrales con voz muy menor.

Dona Débora: Bárbaro sois vos bribón,
Que habéis enlazado en faldas,
de gran sabor y atención,
y así me dais las espaldas.
Pérfido infeliz y cruel,
Por eso nada has cumplido,
Por ser un ánima infiel
Y estaréis vos zaherido.

Impresionado a sus bramas.

Conde Tapoe Tanispia:
Mujer que de voz tan pura,
No os escondáis de su amor,
Más de esta vida segura
Estáis en mi alma y olor.

Dona Débora: No me vais a convencer,
No, no, ingrato desdichado,
No os burlaréis de mí ser
De arrumaco mentiroso,
Ya en mí hay un Dios arrullado
Que me consume meloso.

Conde Tapoe Tanispia:
No os creo, queréis libraros,
Mas no lo vais a conseguir,
Porque aún me amáis ternura.
Quiero a piel acorralaros,
Perfumaros del sentir
De este amor de tal locura.
Dona Débora: No, no, no me confundáis,
No sois digno de mi amor,
Conde Tapoe Tanispia: mas si ahora me abrazáis
y os descubrís con terror.
Dejaos quereros vida,
No mintáis, no os apartéis,
Volved de abrazos bellida
más no de mí os alejéis.
Dona Débora: Habéis conciliado mi alma,
igual no os quiero perder,
quiero que me deis la calma
y despertar de querer.
Conde Tapoe Tanispia:
Sin brumas en vuestros ojos,
Sino besos en su carne,
Fuerais mis dulces antojos
Y en noches fuera su guarne.
Sin cohabitar de enojos
Por ser del amor mí encarne.
Dona Débora: Del dolo la resurrección,
Ante el mismo vivo encuentro,
Que el interior retorna a pasión
Y alados por santidad,
Y que a vos más me concentro
su dulce divinidad.
Conde Tapoe Tanispia: No fui un amor libertino,
Os veneré, ni engañé.
Su celo cambió mi sino
Porque siempre la adoré,
Vos dabais aquel espino
Y hacíais sangrar mi ser,
Veía hasta torbellino
Sin dejar de más llover.
Dona Débora: Oh mi Tapoe Tanispia,
Perdón a esta no indulgente,
Como cartas no escribías
Sentí pérdida de su ente.
Conde Tapoe Tanispia: Criatura de ángel que canto,
Las cartas están en manto,
Guardadas con tenues flores,
No pude mandarlas cielo,
Escrita de mil dulzores
Que son mis besos y anhelos.
Dona Débora: Creía que os olvidasteis,
feliz saber que os importo,
vos siempre entonces me amasteis
y yo sintiéndote corto.
Corto de mi corazón,
Lejos en otro buen roce,
Pero hay una gran razón
De este amor que no es feroce.
Le muestra las cartas y una más larga hace leer y Dona Débora sonrojada más queda.

Conde Tapoe Tanispia:

Los misterios de esta lejanía por el viaje a un dicho cumplido de mis sueños de mi identidad que me caracteriza más a mi estado inmortal del vivir, es dejar todo aquello que en mis rincones son las historias que he elaborado gracias a ti pureza, caricias que de noches me dais y de auroras radiantes por solo ver su monada de rostro, escritos de amor profundo que ni un poeta habría podido descifrar y explayar por sus líneas más íntimas y poderosas al amar, porque mi esencia está con perfume de melodía celestial, que a solo oír su frase descifra tanto sentir que es por la magia de este amor que vos me habéis dado, y me complace saber que vos Débora pudisteis dar ese roce tan llano, mágico, soñador, válido, real, único, romántico, para ser de mí aquel mismo Tapoe Tanispia que convive con su reflejo en estas tardes escribiéndole, bajo la luz del sol, y el paisaje donde contemplo su belleza, y sin poder mentir este latir que llevo en mi refugio del corazón, que nací para encontraros en el día menos esperado, donde sus ojos me hipnotizaron, me hicieron confiar en que iba crecer una atracción, y de buena loca conquista, hasta poder ahogarme en su océano. Así la conocí donde a vos simplemente criatura maravillosa os gustó todo de mí, así fue creciendo esa esperanza en poder conciliar lo más perfecto que no se había creído, de rozarnos tan dulcemente en un lugar donde fuimos los dos, y que en mi atardecer aún respiro aquel cuello de cisne que tenéis vos, aún permanecéis en mis manos, sois tan suave mi flor, de primavera que nació para ser alumbrada por su sol que brindo rayos nada más a vos, a la más hermosa, la más clara de mi atención, sin ver a otro rosal, no más el tuyo. Entendido mis situaciones de vida he llegado a esta nación y aún no sé si mis escritos valdrán, pero sé quién soy, esta vida a veces no sabe entender quien nace de esa profunda identidad que lo hace tan fuerte, de una vanagloria por lo que ha visto en su entorno, las obras que compone, tan solo acarician al dulce rostro del amor, ella está ahí, es parte de mí corazón cada frase escrita, más cuando amáis a pura efigie que veis en vuestra introspección de sentir tan lírico de romance. No os olvido, os pienso aún más, entre esta tarde que ahora empieza a llover, cómo quisiera mandaros esta carta hoy mismo o mañana, pero es en vano el envío a problemas de rutas que ha causado la misma estación de lluvia voraz, va ser por un largo tiempo que no sepáis de mí, espero que me perdonéis, por si os olvidáis de mí no sabría qué hacer porque a vos solo os he visto, rozado, amado, vivido, y querido en mis poesías, creaciones de obras, de música, vos la creación de mi siglo, de mí virtuosismo apasionado, vos ha hecho cantar a mi piano, violines, con diluvio de tonadas mágicas del verdadero amor, que soñé, que llegó, y no quiero perder, oh vida mía, me es triste esta tarde sino la vuelvo a conseguir, sabéis que sois mi única ruiseñor mío, mi dulce ángel que canta con voz de sanidad, y luz a mis ojos que en esas mañanas siempre la veía cuando salía el sol en el aurora del cielo hermoso, cómo sería mi sino sin su amor, sin haceros mía completamente en un lecho de flores y bombones que siempre os he dado, miseria, destrucción, colisión de mis papeles de poemas, incendio, sin rastro de seguir viviendo, espérame aún, no os alejéis de quién os ama, y os recuerda en cada palabra que da su sincero corazón, a más nadie ha escrito así, primer poeta que conoce la realidad de las lágrimas en sus papeles, eso es amar, saber que la dulzura se ama, más si son tus gestos, sus palabras blancas, su aroma, su manitos dulces, cándidas, y su cuello perfumado de mi contagio que no puedo dejar de respirar. Soy un humano que se conoce a sí mismo y que en su juventud no era así, gracias a un sonero sonar de un piano de noche hizo blanquear en pasión su corazón, y a conoce la sensibilidad que es componer cuando se ama, y escribir más versos que no creyó que iba ser, prosas, historias en su relato de vida, así ha sido bienvenido, más que en su destino, aún es joven sí, seré y viviré disfrutando de esta compañía tan afable y dulce que jamás me abandona, la poesía, la música, y que me hacen aguar los ojos, porque lo amo mucho, como el mismo Dios nos ama a nosotros, a veces querida, mi padre en mi centro de vida no va a entender lo que es para mí este gritar de cantos, el surrealismo de este renacer, de este siglo, de esta locura que me embarga, que me abraza, que me acompaña, y me dice, aún estoy para vuestra vida, para que me escribas, y sigas hasta el reino de vuestra bienvenida aún, eso me hace ver que tengo esperanza, y qué mejor con vuestro amor para seguir confiando y escribiendo amando y viviendo en la plenitud de mi interior que es mi sueño y eternidad. Sabes amada mía, Débora mujer, en estos ratos mientras la lluvia veo aún caer de la ventana de mi hogar, oigo, escucho un piano, violín en mi cabeza, y son de una caricia tan majestuosa, que me hace sentir que os tengo cerca de mí, y me hace veros la bella claridad de sus ojos, y no me hace sentir solo en estos ratos, sino existente, lleno de júbilo y grandeza, porque esto nadie así tiene, soy yo, solamente, un soñador a donde voy, con mis caminatas por campos, valles, calles, y de la ciudad, y acompañado de la naturaleza, y universo de la entera noche mágica, que gracias a mis ojos puedo observar de esa belleza inmensa, de mundos tan diferentes que hay, de galaxias billones que nos acompaña, y más allá de aquello llega mí amor de este granito de arena que somos en todo ese cosmos que existe, veréis os amo de una manera dimensional, pasional, extenso, futuro por volar juntos y encontrarnos en la santidad, así de encantos hoy entre flores perfumo en este papel que os escribo tan enamorado, no dudéis de mis palabras, porque en mi profundidad habitáis de este roce fundamental, así, así será y por esta maravillosa creación que me habéis hecho ser vos.

Puedo estar complacido si cuando leáis estas letras alguna vez que yo mismo os daré, me améis por siempre, y así hayáis dudado de mí corazón os perdonaré, porque entiendo que es un abandono así, y no os quiero hacer daño no más que adoraros en mis labios diciendo os amo, así alrededor empiece a sonar un piano melódico de profundo querer, así será mi bella dama, que no dejo ni en mis pensamiento y sentimientos de acariciar, así de mágico es, y escribo cerrando mis ojos ya de hace rato, porque la música que oigo, suena, y al escribirte me hace decir todo esto, así de portentoso me es, vos, nadie más, así soy, y por eso que os tengo, mi Obra de sus mil estrofas sois la que me hace narrar lo que diario vivimos, siempre estaréis ahí no os apartaréis, os amo, os quiero, os venero, os concibo, os respiro, os siento, sois mía, siempre, en mí vida… así es nuestro
Juglar de gozo que nos damos ambos de una fuerte pasión que permanece y canta hoy, y no mancha en malicia, sino pureza, belleza, de esta naturaleza que tenemos, así, de frondosa, de frutos perennes, vos y yo. Creer que alguien diga o la misma deidad del amor que no existe el amor, diría está vesánica, que la lleven a un reformatorio, su ludibrio será, y por esa causa caerá, nada podrá apartar lo que en mi mundo palpita, sé que otro rostro como ese no podré ya ver, porque quedó pintado en mi visión que inspirará poder escribir y seguir amándoos esa dulzura de puro amor soñado y real.

La carta la leyó la mujer y su reacción de más vesania.

Dona Débora: Nunca imaginé ese amor,
Y aquel gran sentir a mí,
Llenasteis de fiel calor
Más a mi estado mi conde,
Jamás me iría de ti
Porque como vos no hay donde.
Donde den ese amor puro,
Así que haga ver futuro,
Y ni antro se ve espantoso,
No más que un reino amoroso.
Conde Tapoe Tanispia: Mis palabras son sinceras,
No son palabras de un juego,
quiero llevarte a praderas
y dormirme contigo,
disfrutar de un gran apego
y estar sin más vil castigo.
Cuán os amo vida mía,
Sois la ternura más pura,
Vos mi dulce poesía
Que me es mi locura y cura.

Dona Débora: Me es dulce sentirme amada,
Más si me queréis realmente,
Sois futuro y luz brillada
vive en mi sinceramente.
Conde Tapoe Tanispia: todo concluido y perfecto,
Ninguna lágrima habrá,
Soy su amor más que poético
Que a vuestra piel rozará.
Dona Débora: Vos mi ser más energético
Por besos que vos me das,
y sois más que mi gran sueño
que pedí esperar y amar.

El amor se reconcilió en cantos dulces y de versos tan melódicos, así se abrazaron y se amaron, los dos juntos y se casaron, brindis por entera felicidad de un amor que ella esperó, en dolor y celos y fue más que un logro que comprendió y amó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario