jueves, 14 de marzo de 2013

¿Soñar cuesta mucho?



¿Soñar cuesta mucho?


 Oh Gloria 
a un joven
de historia
sin nombre;
do implora
su acorde
que es flora
de un conde,
su amor
¿do esconde?...
¡criatura
al monte!,
da aroma
al hombre,
pierde alma
sin roce,
qué antaño
sin goce,
vesánico
de olores,
volcánico
su borde,
sin flor
de amores,
su horror
conoce,
"es diáfana
tu efigie,
frío orbe
y es triste".


 "¿Me  besases?
si te veo,
vos me amases
si te siento,
fuera libre
de este encierro,
luz de perlas
sintiera esto?
 y olvidase
el averno,
te abrazase
y más besos,
diera alcance
por vos lejos,
si adorases
a mi aliento
fueseis diosa
y yo vuestro
Dios de vida
al ritmo estro,
de tu amor
tan  poético,
lluvia en paz
desde el reino,
nada más
que tú Orfeo,
que te amara
de su anhelo
dúctil dama
sentimiento,
sin la fama
más destello
de esa paz
y sea ello,
sonreír
seguir despierto,
por vivir
por un sueño,
y sentir
que es tierno,
su caricia
sobre el pecho,
sino qué ira
si no le huelo,
sin mentira
dame el cielo,
oh santísimo
hoy que ruego
a lo cándido
y sin juego,
soy romántico
hacia el fuego,
de pasión
que es apego,
y a razón
sin dar besos,
a ninguna
de embeleso,
bajo luna
que fuese eso,
en dulzura
de lo bello
amor vivo
y con miedo,
así activo
si viene eso".

 Recita allá
un mismo bardo,
bajo la luna
y el mar cercano,
sintiendo verso
de amor soñado,
naturaleza
brinda igual canto
hacia la noche
entre su encanto,
estando ahora
en un mismo piano,
¡oh!, su alma llora
en loco campo
de un soñador
que está solfeando.
"¿Do está el amor
y do el milagro?.
 Oís dolor
el tañer mágico
que nace y nace
y esperáis trágico,
no satisface
mi canto hipado
de la armonía
que hoy yo relato,
ni luz divina
de mi escenario
y mandolina
sin baile en diario
de hipocondría
en este herbario".

 6

  Cuánto a dicha gritáis
en ferida existencia,
más que solitario
convivís poeta,
no concebís nada
sino un libro y perlas,
que de joyas dandis
bramáis a una alteza,
que cantor de herbaje
cantaseis en temas,
liras de un espíritu
do amor vos quisieras,
do pasma odalisca
de tierna condesa,
flores y rubíes
en divina prenda,
ornamentación
viste en lo que sueña,
fresca piel de dama
que en hojas él besa,
incitado y férvido
do imagen refleja,
y en el´pasto hay cérvido
que acompaña cerca...
dueño Orfeo del orbe
por su voz que expresa,
hacia latir vivo
que vive por ella.

 Duerme en la pesadilla,
ve y ve a la maravilla,
-Confía en un amor,
que de él será dulzor.
 Mi voz roza tu piel,
no olvide el beso fiel.
 Soñador paladín
esta guerra termina,
no va tener un fin
y bésame divina.
 ¡Ay qué tenue besáis!,
que en vuestros labios dais.
  "Ojala sea eterno
este amor vivo y tierno,
gran cerúleo, oh rojo
como vuestra mejilla".
  "Vivo y sin despojo
y me pongo en rodilla".
 "Siento ante tu bello ojo
que me amas sin medidas".

 "Hoy alegre mi ilusión
de esta fantasmagoría
que dibuja a la pasión,
de esa lira de ternura
de esta sensible armonía
do es amor a su figura.
 Soñar, vivir inolvidable
cuando rozáis lo más casto,
 sentimiento realizable
y más ante este amor vasto".
 "No invisible dulce conde
sino confiable y amado
anhelo que fue gritado
y hoy soy sol que no se esconde".

 "Vivo sentimiento me ha dado,
cómo llamarte en mi costado,
más que mi ser paralizado,
se queda al ver el alumbrado,
por cabello de alba encarnado,
todo lo que contemplo en ser,
de este herbaje y hace crecer,
más hoy del ardiente querer,
por poderte al fin conocer".
 "Viajará al seno un frutecer
no dejar mustio el florecer
te amase en dicho amanecer
y haz que sienta tu enternecer
como hoy sin ella oscurecer".

 Los versos dan a su corazón,
entiende el indecible mensaje,
una espera a eterna sazón
de sonreír en sacro paisaje.
  Se aleja el mal humor de la vida,
la sonrisa prevalece unida,
una flor se cae en su semblante,
desaparece rubí brillante,
se despierta en vasto desespero,
diluvio en ojos sin recordar,
en cruel postración y sollozar,
se sentía en favila del olvido,
y sin corazón a dolor fiero
que sentía de un amor fingido.

 Romanticismo es un terror para él,
sintiéndose con mucho espanto en su alma,
corre por el forraje que es muy cruel
por haber confiado en la ensoñación,
dándose cuenta do es nada sin calma,
y al olvidar la postrera oración.
 Que le había predicho tan solo ella,
y de taumaturgia solo esa estrella,
ahora viviréis así en tal orbe,
sin poder ver y acariciar la magia,
solo el torrente a corazón absorbe,
sin señal, ni semilla la presagia,
ante un gran árbol se detiene el conde,
tan gorigori que se acuesta al fronde,
y contempla estrellas del firmamento,
lamentándose de su sentimiento.

Fruta del árbol conde sostiene,
el cérvido se acerca a su lado,
la luna rutila a su costado,
y un papiro de libro contiene,
los versos que había relatado,
se pone a leer y se entretiene
al leerlo  descorazonado.
"Aventura para otros en gloria,
más que un siglo a mi piel nada viene,
ni imploros más al sueño conviene,
que ni siento hacia mi entera historia,
preferís verme Dios despreciado,
ni deidad epicúrea entretiene,
porqué ciervo ando sin lo prendado,
come de esta fruta en su memoria".

 Al ahonde del mismo herbaje,
brilla una silueta en el celaje,
columbra del poeta Orfeo,
a imagen y a quien da un solfeo.
 "Luz solar de vista hoy notable,
o sigo cantando a lo loable.
 Despierta ánimo al arrullar,
de un rostro que ojos me sonrojan,
¡siempre son sueños que congojan!,
¡dame aquella misma azahar!,
que roce mi alma en beatitud
y renazca oh gran juventud
igual oh musa inmortal,
así ya sabré que eres real,
la que vi en aquella liturgia,
del papiro añejo en virtud,
que pinté y amé en taumaturgia.

 !Oh cuanta pasión sentida
para una alegre mañana!,
¿será que es la bendecida
que abrazaré en gran ufana?,
o qué será esta inquietud
que anhela esa magnitud,
de beldad que me consuma
dulce con su piel de pluma,
y mi arte reviva en luz
tan clara que sea duz,
contento si es hoy posible
más postrero amor sensible,
no ha de sentir yo jamás
así sufra al no verte más.
 Porque no existe lo honesto,
se esfuma aquel dulce aroma,
más os quedáis muy funesto
de esa igual libre paloma
que me hace más sollozar
a bruma en ojos sin gesto
y por quererle hoy besar".

 Oh desciende del cielo
figura de una dama
que presiente la llama
do fue aquel tierno velo,
que dio a su corazón
sin abismo y  de anhelo
que sintió esa ilusión;
soñando en la condesa
de esa pasión profunda
mas hacia mar que se hunda
sin esa misma flor
que se fue la promesa
que sentía al amor.

 "No os sintáis lejano
soy la que soñaste,
mira mis reflejos
en tus ojos grandes,
no os angustiéis conde
o mi Orfeo loable,
que hoy os veo triste
y os quiero adorable,
no sabéis que el sueño
fue real y confiable
recuerda postrera
frase que di amable
que vendría amor
a un mismo paisaje;
y ve quién hoy, soy,
esa fruta en viaje,
yo no me escondí
y vestida en traje
de una diosa aquí
para deleitarte,
haceros sentir
que soy aquel ángel,
conde tu condesa
que tanto buscaste".

 "No creía eso
que me olvidara,
entre mí amor
a frase dada,
y es preferible
que me des tu alma,
cuerpo y querer
y sentir magia,
de vuestro ardor
y se rescata
esa locura
que a mí me mata;
¿podré vivir
más fe soñada
de su latir
sobre la cama?,
más anhelándote
en labios granas,
y oírte a ti
bella cantada,
ante pasión
de esa vesania,
soy muy feliz
a tu piel blanca,
olor de flor
y de alma santa,
que hoy más da amor
sus labios granas,
que siento ardor
por esta Diana,
que seré vida
de su morada".

 4

 "Soy más vuestra
y mi aroma,
para amarte
más fogosa,
sin fugarme
de vuestra hora,
y dejarme
de ti ahora,
más bien bésame
hoy la boca,
solamente
tu provocas,
la pasión
que me arropa,
de ilusión
de esta trova,
que canto hoy
portentosa,
amor dúctil
 sin zozobra,
oh condesa
que tu me obra,
sensación
que me exhorta,
fantasía
a la gloria,
alegría
que se llora,
armonía
en su historia,
de nosotros
de su nota,
hoy diciendo
soñadora,
oh pasión
de victoria,
con caricias
portentosas,
y no olvida
ni mi boca,
porque besas
de alma loca,
vivo esto
y sin pretesto,
nada pierde
pasto verde,
los dos juntos,
sin difuntos,
fruta viva,
con lascivia,
que hoy activa
con caricia".

 "No puedo
amor,
fingir
dolor,
sois vos
calor,
que ofrece
pasión,
yo te amo
al son
que clamo
sazón,
sintiendo
razón
de ti
tu olor.

 Amarte
es vida,
quererte
es dicha,
feliz
mi día...
pero ámame
rendida,
en mi alma
bendita,
que os quiere
bonita,
condesa
necesita
mi cuerpo
caricias,
consúmeme
en lira
tu que amas
querida,
hoy bésame
perdida,
oh tierna
alivia
oh flor
mi vida,
más hoy
paralizas,
con besos
de lilas,
con boca
divina,
oh diosa
que gira,
ni aleja
boquita,
en piel
bienquista,
de amor
que brinda,
en noche
que brilla,
hermosa
vestida,
grandiosa
 suspiras,
de aliento
encima,
y está
que gima,
tu aquí
vencida,
de ardor
rutilas,
de albor
que pinta,
tu amor...
más viva,
hoy más
de tinta,
mi gracia
no olvida,
tu magia
mi vida
que absorbe
y silba,
hacia aura
tranquila".

 Terminan los dos felices,
por fin ante su eslabón
sin las malas cicatrices
que era vasta postración.
 Confiando al mismo final
de tierna y gentil condesa,
que es un sueño más que real
tener a divina fresa,
que amará sin ser gorigori,
hasta el cielo a ser mortuori

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