miércoles, 12 de septiembre de 2018

La conquista del orgullo


La conquista del orgullo.

Esos meses sin poder abrazarte
cuán noches sin sentir aquel cabello,
qué suplicio fue para ti no amarte
con mis caricias, tu piel y ser bello,
y sin poder tan solo demostrarte
que aún existía en mi todo aquello,
mas fui un misántropo que hizo llorarte 
zaheriendo tu condición sin lamento,
solo consiguiendo que se nublase
la noche para tu amor sin aliento,
que estabas decidida asi me amases
a dejar todo de tal sufrimiento,
que de pena tan solo te acercaste
y me conquistaste con tal denuedo,
y asi tan solo tu me avivaste 
para solucionar aquel amor de ledo, 
y fuiste tan mágica que luchaste
para que te dijiese sin enredo,
varias cosas que luego te alegraste
porque eran palabras que dije sin miedo,
y eso gustó tanto que me miraste
te hablaba con el corazon sintiendo,
y así del dulce pecho palpitante
te traté con sutileza y queriendo,
con ojos bondadosos y endulzante
que latió tu corazón encendiendo,
cuando dije más del seno vibrante
las palabras de verdad conteniendo,
sí, aquel amor tan dulce y delirante
que siempre estuvo adentro viviendo,
porque es un gran volcán aquel amor
que tan solo reventaré por ti,
mas confesándote un amado ardor
que te amará en cada parte de mí,
con besos a tu ser de bella flor
que consumiera en la noche feliz,
y os vi serena al sentir mi calor
que te acostaste sin ser ya infeliz,
y eso cumplía toda la pasión
sin el orgullo cruel mío ante ti,
para cantar todo mi corazón,
con dulzura a tu amor de gran latir.

Dormimos esa noche los dos
Y la próxima nos reconciliamos,
E Hicimos dulce y divino el amor
que esa noche cálidos descansamos,
Sin decirnos aquel terrible adiós
porque en el interior nos amamos.

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